La falta de talleres encabezados por mujeres y de espacios para exponer, acoso, desigualdades y pocos apoyos para jóvenes es parte de lo que enfrentan grabadoras en el país. Aunque cada vez son más quienes incursionan en este arte, aún están en desventaja, así lo señalaron Alix Yolitzin, Angélica Morales Gámez y Rocío Vera, quienes participan en la muestra Grabadoras de Historias: mujeres en la gráfica de los pueblos de México, que se presenta en el Museo Nacional de la Estampa.
“Los talleres de grabado generalmente son liderados por hombres. A lo largo de la historia, los artistas más conocidos son hombres. Estoy en Hidalgo y Querétaro y veo que hay más talleres encabezados por hombres, pero creo que tiene también mucho que ver, porque nosotras tenemos otros trabajos, como maternar o cuidar la casa. Nos quita la oportunidad de ser independientes económicamente”, dijo Alix Yolitzin a La Razón.
- 4 ejes temáticos conforman la muestra, entre ellos, Lucha y resistencia
Para crear la pieza que exhibe, Mi pequeño camino (2025), que fue comisionada para la muestra, en cuatro metros por cuatro combina estampa, linografía, xilografía y bordado sobre tela, tuvo que realizarla en la sala de su casa. Retrata el Valle del Mezquital y rinde homenaje a las mujeres ancestras.

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“Producimos en nuestra casa. Yo esta obra la hice en la sala de mi casa. Otro ejemplo es que los hombres pueden ir con un cliente a tomar una cerveza y tienen la oportunidad de vender su obra, pero como mujeres, si yo me voy con un cliente a tomarme una cerveza y es hombre, me pueden acosar”, compartió.
Para Angélica Morales Gámez, originaria de Tzintzuntzan, Michoacán, las grabadoras están en desventaja.
“Estamos trabajando en el ex-Colegio Jesuita, un taller del Gobierno de Michoacán. No tenemos talleres propios, usamos las planchas de allí. Es conveniente integrar más mujeres”, compartió la grabadora.

También habló de la carencia de espacios de exhibición, de ahí la importancia de esta muestra que en el Munae reúne más de 200 piezas de 140 mujeres provenientes de diversos pueblos originarios y afrodescendientes.
“Realmente no tengo oportunidad de exhibir mi obra. A veces en el ex-Colegio Jesuita se organizan para hacer las exposiciones. Sí hacen falta más lugares para exhibir y vender, porque, seamos realistas, cuando vendemos, nos motivamos más”, comentó.
Exponer en el Munae, para Alix Yolitzin es “una pequeña puerta para hablar desde nuestra voz, que nadie hable por nosotras, de expresarnos desde nuestra mirada”.
En la muestra, curada por Mónica Villegas, Rosa Lidia Huaroco y Demián Flores, se exhiben obras de mujeres provenientes de la Ciudad de México, Chiapas, Durango, Guerrero, Hidalgo y Jalisco, entre otros.
En la exhibición, Angélica Morales Gámez presenta Niños con globos, con la que busca que las infancias vuelvan a jugar en las calles y que se sigan fabricando juguetes tradicionales de madera. También Rocío Vera, originaria de Chapala, Jalisco, muestra dos linografías, una inspirada en el agua de Chapala.

También está la instalación monumental Mujeres y estrellas, de Laura Tezoco, compuesta por 45 colografías con tintes y colorantes naturales sobre papel algodón, telar en madera e hilos de yute, silla de madera teñida con grana cochinilla y textiles con tintes naturales de manta cruda.
“Quise abordar el tema de la identidad textil; es el principal símbolo de mi pueblo, en donde el telar de cintura simboliza el camino de estrellas de una mujer. La silla representa a la tejedora, los hilos que llevan hacia las colografías, son como si ellas bajaran toda esta información del cosmos hacia su telar. Las dos piezas tienen a las deidades de mi pueblo que representan a la Tierra”, explicó.
La exposición estará abierta al público hasta abril de 2026.
Grabadoras de historias…
Cuándo: hasta abril de 2026
Dónde: Museo Nacional de la Estampa (Av. Hidalgo 36, Centro Histórico, CDMX)
Horarios: de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas
Costo: $70 (general); domingos, entrada libre

