Nunca dejó de leer

Carlos Fuentes a 10 años de su partida: Silvia Lemus cuenta cómo fue el último día del escritor

La periodista dio a conocer aspectos que marcaron la vida del escritor, entre ellos, la migración; señaló que tenía capacidad de absorber elementos de las culturas

El escritor mexicano Carlos Fuentes murió en 2012, a sus 83 años.
El escritor mexicano Carlos Fuentes murió en 2012, a sus 83 años.Foto: Especial
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Un día antes de que el escritor Carlos Fuentes falleciera subió a su estudio para trabajar en la nueva novela que creaba y llevaría por nombre “El baile del centenario”. Comió albóndigas e hizo un paseo, compartió recientemente la periodista Silvia Lemus, viuda del célebre autor de “Aura”, a quien este domingo lo recuerdan a 10 años de su muerte.

“Dejó el plan de trabajo de esta novela que él deseaba tanto escribir. Ese día Fuentes hizo una vida normal: trabajó hasta la una de la tarde, luego le gustaba hacer un paseo y comimos albóndigas, le gustaban mucho, entonces él comió muy a gusto. Después descansaba una hora, dormía una siesta y después de esa hora leía dos horas, nunca dejó de leer”, detalló.

Carlos Fuentes fue autor de obras como “La región más transparente”, “Chac Mool”, “La silla del águila”, “Cambio de piel”, “Terra Nostra” y “La muerte de Artemio Cruz”. Lemus lo recuerda como “un hombre agradable, era amable de una manera dadivosa. Era un hombre exigente, le gustaba la gente pensante, le gustaba la gente que tenía algo más que su físico. Era un señor que alguna gente no entendía, pero él la pasó tranquilo”, dijo Lemus. 

Carlos Fuentes nació en Panamá, el 11 de noviembre de 1928. Su padre era diplomático, por lo que durante su infancia vivió en diferentes países. Silvia Lemus narró: “ Después de unos meses de haber vivido en Panamá fueron a Ecuador, luego a Uruguay y terminaron, cuando Fuentes tenía apenas dos añitos, en Brasil”. En aquella época el escritor Alfonso Reyes era embajador en el país carioca, por lo que Fuentes, según Lemus, solía bromear: “Yo comencé a interesarme en la literatura sentado en las rodillas de Alfonso Reyes”.

La periodista contó que cuando Fuentes cumplió cuatro años mandaron a su padre a Washington y fue ahí donde el autor se convirtió en un perfecto bilingüe, con un desarrollo personal globalizado y con la capacidad de absorber elementos de las culturas con las que se veía relacionado.  

Lemus comentó que Fuentes pasó por una serie de experiencias que lo marcaron para siempre: “La migración para él fue algo que lo marcó. Cuando estaban en Washington y viajaban a pasar vacaciones a México él me contó cómo en una cafetería de la frontera se detuvieron a comer alguna cosa y ahí, hablando entre ellos en español, la persona que atendía, la señora mesera, les dijo: ‘Stop talking that lingo', refiriéndose despreciativamente al español y Carlos empezó a darse cuenta de que las fronteras eran algo especial”.

El siguiente destino de la familia Fuentes fue Chile y la periodista asegura que fue en aquel país donde el escritor abrió su corazón a la lengua española: “En Chile, él me contaba que le despertó verdaderamente el amor a la lengua en español porque desde los cuatro a los ocho, él había estado inmerso en la educación en inglés, y en Chile empieza a conocer a los grandes escritores, nada menos que a Neruda, y comenzó a amar la lengua en castellano”, señaló la periodista.  . 

Fuentes estuvo hasta los quince años en Chile, y después viajó con su familia a Alemania y a México: “México siempre fue abierto a recibir durante la guerra de España. El presidente Lázaro Cárdenas abrió las puertas y Carlos decía que los españoles del pasado se habían llevado el oro, pero que habían dejado el mejor oro, que es la lengua en español”, dijo Lemus.

“Carlos tuvo magníficos profesores académicos en la UNAM y lo agradecía. Él decía: ‘La Guerra Civil la ganaron los mexicanos’, por todo este mundo intelectual que llegó a nuestro país y se quedaron para siempre”, comentó Silvia Lemus.

“Fuentes era una persona globalizada que nació ya con una capacidad de absorber las culturas internacionales y eso lo podemos ver en su obra que es muy extensa”, agregó.

CARLOS FUENTES, UN ESCRITOR DISCIPLINADO

La periodista resaltó que Carlos Fuentes era un hombre con mucha disciplina y que el autor creía que era una virtud que había heredado de su abuela: “Sin disciplina no puedes ser un escritor o una escritora, porque la entrega a la literatura tiene que ser profunda, verdadera. No esperar a la musa, se dice que hay musas, pero por ratitos nada más. La literatura te obliga a entregarte. Él decía que su mejor amante había sido la literatura y lo fue para siempre”, declaró la viuda del escritor. 

Lemus recordó cómo fue que el autor le pidió que llevaran una vida juntos: “Cuando él me pidió que nos casáramos bailábamos en el hotel María Isabel. Fuimos a escuchar a Nancy Wilson y en uno de esos instantes en los que ella descansó, se bailaba y cuando bailamos me dijo: “Silvia, me quiero casar contigo, tener una familia, tener hijos y llevarte a vivir a París”, y así fue”. 

“Vivíamos en una pequeña calle y ahí teníamos a Notre Dame y Carlos escribía al ritmo de las campanadas de Notre Dame y de una música árabe de un pequeño restaurante de barrio, y era muy feliz y se sentía con una gran libertad, y entre campanadas y música árabe escribía Terra Nostra”, narró la periodista, quien afirmó que dicha novela fue la primera que el autor escribió después de que se casó con ella.

Silvia Lemus recordó que Fuentes terminó de escribir Terra Nostra en Washington: “Lo invita el Woodrow Wilson Center y el Smithsonian a que termine una novela y como era esa la que él tenía, la terminó en Washington y se publicó en 1975 con una portada que dibujó Alberto Gironella”. 

Carlos Fuentes fue capaz de externar sus ideas con virtuosismo tanto de forma oral como escrita. La periodista destacó la capacidad del autor para desarrollar discursos cuando lo entrevistaban: “La conferencia que dio en España cuando recibió el premio Cervantes es extraordinaria. Él daba conferencias cuando lo entrevistaban porque las preguntas las podía convertir en otras respuestas y enriquecía las respuestas. Siempre eran buenas las entrevistas de Fuentes por esa razón”. 

“Carlos Fuentes dejó un legado imperecedero en la literatura a nivel mundial. Fue un creador audaz y consciente de su papel como representante de México en el mundo de la cultura, cuya obra sigue influyendo en la actualidad. Durante la conferencia, Silvia Lemus pidió a los lectores mexicanos que no dejen de leer la obra de Fuentes: “Yo espero que lo sigan leyendo y que los jóvenes, que hay tantos cada rato y qué bueno, que lo lean, porque es un gran escritor”, concluyó la periodista.

FBPT