Exposición Horal se inspira en Sabines

El artista plástico cubano-mexicano Carlos García de la Nuez (La Habana, 1959), presenta en la Galería Metropolitana de la UAM la muestra Horal que toma el poema homónimo de Jaime Sabines como motivación para abordar el transcurrir del tiempo en más de 20 piezas (madera y tela con técnica mixta en base de acrílico) y esculturas.

La especialista Yisel Arce Padrón suscribe en el catálogo de presentación: “La pintura en esta muestra se transmuta en materialidad expresiva que sopesa, aquilata y finalmente juega a retener el paso del tiempo. Las horas, los minutos, los segundos son acá los nudos semánticos de un lenguaje visual que apuesta por ahondar en algo más: la potencia de lo inenarrable”.

Instalación abierta al público en el marco de las celebraciones de los 50 años de la Universidad Autónoma Metropolitana —Casa Abierta al Tiempo—, que recibe el catálogo de obras más recientes (todas inéditas) de la amplia trayectoria de Carlos García de la Nuez, lo cual deviene en la oportunidad de abrir un diálogo crítico sobre experiencias radicadas en vastas codificaciones a través de una forma de debatir las consonancias del tiempo en las franjas del discurso plástico.

“He tomado un poema de Raúl Ortega Alfonso con el propósito de conformar un diálogo con el poema Horal de Sabines. En estos trabajos de grandes formatos: bastidores rectangulares, cuadrados, redondos o en las esculturas presento figuraciones que no logran concretar ninguna conceptualización, hay más que todo un derrame, una lluvia de textualidades que se entretejen a través de tonalidades diversas. Digamos que son metaforizaciones de las edades que el tiempo imprime en cada instante, en los intervalos o en las pausas”, dijo a La Razón Carlos García de la Nuez.

¿Obras pictóricas experimentales dentro del arte abstracto? Sigo negando la catalogación de que soy un ‘pintor abstracto’. Sí, mis piezas son experimentales en el sentido de una armonía que procuro alcanzar desde un entrecruzamiento de las tonalidades, los formatos y las verbalizaciones que impregno en los cuadros. Tentativa de una propuesta de itinerarios que conminen al espectador a realizar un viaje por mutaciones que lo inquieten.

¿Conjunto de piezas inéditas? Últimamente, participé en la Feria Internacional de Arte de Beirut de 2018 y en el Proyecto de Escultura en Vidrio de Murano, Venecia, Italia, en 2017 y 2018. Vino la pandemia y me puse a trabajar en nuevas piezas que las expongo por primera vez en esta exposición.

Raúl Ortega Alfonso escribe en el poema centro de la muestra: “Aquí tengo este tiempo diciéndome que nunca ha estado hecho”. ¿Cómo se enlaza ese verso con los cuadros presentados? Los cuadros y las esculturas están danzando con los intervalos, no definen como tal al tiempo, pero insinúan preguntas del transcurrir, de los ciclos y las eventualidades. ¿Somos en realidad dueños del tiempo? Me doy cuenta de que cada instante configura otro instante: una nueva pausa.

¿Tramos de luces que se fragmentan y se bifurcan por matices que destellan? Hay un momento en el poema de Ortega Alfonso donde él escribe: “trozo de luz que se rompe o como una negrura que ilumina”. Mi obra pictórica está hecha de colores sobrepuestos, intercalados en cadencias de inquietantes significados: iconografías que detonan frente a los ojos del espectador.