Franz Mayer muestra por primera vez fotos de Vivian Maier

En los últimos años, una fotógrafa que se ha convertido casi en una figura de culto es Vivian Maier, una mujer que durante 40 años fue niñera en Nueva York y Chicago y compaginó esa labor con la fotografía. Su acervo, que consta de 150 mil negativos y tres mil imágenes impresas, fue descubierto en 2007 por el agente inmobiliario John Maloof y desde ese momento se ha dado a conocer. Por primera vez en México, los autorretratos de la artista, así como la vida cotidiana que capturó se verán en una exposición que prepara el Museo Franz Mayer, la cual reúne 250 piezas, entre imágenes vintage, blanco y negro y a color, así como cámaras y otros objetos personales.

“La exposición recorre la mayor parte de su trabajo, iniciamos con el que hizo de las calles, tanto de Chicago como de Nueva York, vamos a los retratos, llegamos al trabajo tan importante que hace de autorretrato, ponemos un especial énfasis en el tema de la autorrepresentación femenina, porque no sólo nos regala autorretratos, sino que en su tiempo era imposible ver a una mujer autorretratándose, y más pensando que ella no vio sus fotografías reveladas e impresas.

“Pensar en una mujer que en realidad es niñera en Nueva York y se está tomando fotos a sí misma en ese tiempo, es algo que estamos tratando de destacar mucho en la exposición, por eso el nombre de Rev(b)elada. Vivian Maier, fotógrafa”, compartió en entrevista con La Razón Giovana Jaspersen, directora del Museo Franz Mayer, ubicado en la Ciudad de México.

La exhibición se complementa con las imágenes que capturó de las infancias, así como los retratos en los que logró plasmar interesantes detalles en los rostros de las personas; además de sus fotografías a color y aquellos clips en los que hay imágenes en movimiento. Jaspersen resaltó la manera en que Vivian Maier se autorrepresentó y la capacidad que tuvo para ver en lo más cotidiano una singular belleza.

“Sin duda destaco la parte de la autorrepresentación, creo que tiene una fuerza que es absoluta, Vivian fue una mujer muy singular en relación al potencial creativo que podía ver desde los objetos que recuperaba de las calles, la basura, por encontrarles una belleza singular, hasta la manera en que se encuentra a sí misma en los reflejos de una ciudad gigantesca, esta capacidad que tuvo de síntesis y de reacción al momento preciso en el que van pasando dos cargadores con un espejo en una mudanza, el poderse encontrar en este reflejo y poder tirar la foto, buscarse en los espejos de seguridad del transporte público de las calles, en los reflejos de los edificios, en el contexto de la metrópoli y el tránsito cotidiano, creo que es lo más fuerte de ella en relación a su tiempo y al ser fotógrafa, al existir, al no estar oculta detrás de la lente, sino a ocupar su propia fotografía”, comentó la directora.

Giovana Jaspersen explicó que la exposición, que estará de febrero a mayo del 2024, trata no sólo de dar a conocer el trabajo de Maier, sino también abordar su vida y cómo rompió los estereotipos que le dictaba su época.

“Una de las cosas que nos interesa es que no sólo sea una exposición de la fotografía, sino también de la historia de Vivian, que pensemos en esta mujer, cuidando a los niños de una familia acomodada de Nueva York y el encuentro que tiene con las calles, atravesando clases, atravesando los roles de género, rompiendo con los esquemas de lo que le correspondía por decirlo así, en su época y condición”, reiteró la directora.

Arriban Lola Cueto y Mayne

Este 2024, el Museo Franz Mayer también recibirá al ganador del Premio Pritzker 2005, Thom Mayne, conocido por fundar el estudio Morphosis, considerado un hito de la arquitectura tradicional de Los Ángeles y el sur de California.

“Poder tener un Pritzker en nuestras salas de exhibición es un lujo. Con Thom Mayne hacemos un recorrido que es interesante, desde sus primeros dibujos hasta las primeras piezas que está haciendo ahora de dibujo escultórico y dibujo arquitectónico, incluso piezas tridimensionales; ha tenido una evolución muy particular de cómo ha tomado los lenguajes, los materiales arquitectónicos para convertirlos en otros lenguajes plásticos y artísticos”, detalló Jaspersen sobre la exhibición que estará abierta de marzo a junio de este año.

Otra muestra que llegará este 2024 al museo será Lola Cueto: hilo, papel y tijera, que se centra en la colección de papel picado de la artista polifacética, quien junto con otras mujeres de la segunda mitad del siglo XX rompieron los roles sociales que se les imponían.

“A ella como otras mujeres de su generación, le tocó experimentar con distintos lenguajes y canales de salida que son totalmente distantes a los del universo de lo masculino. En esta exposición que se reprogramó nos vamos a enfocar en el trabajo que hizo en papel picado, colección que ahora ya tenemos con nosotros en el museo”, adelantó la directora. La exhibición se podrá visitar de octubre del 2024 a febrero del 2025.

La exposición también incluirá soportes bidimensionales textiles, como son los tapetes. “Aprovecharemos las épocas, porque estará en fechas de Día de Muertos, mostraremos su colección de papeles picados, los trazos preparatorios que hacía para después generar los papeles picados”, agregó Jaspersen.

Por otra parte, en el programa de muestras del recinto llama la atención Illasawiri. Tejidos de energía, de la tejedora y artista Sandra de Berduccy (aruma), quien se caracteriza por crear experiencias sensoriales, lumínicas e interactivas.

“Nos emociona mucho la vinculación que ella hace entre la tradición y la innovación, el soporte de investigación en relación al textil tradicional andino, pero que además se convierta en una pieza lumínica que puede ser interactiva con grandes formatos; tiene muy bien solucionado uno de los retos más importantes que tienen colecciones como la nuestra, que es cómo hacemos este puente entre la tradición y la evolución, entre el pasado y el futuro, cómo logramos envolver a las audiencias en el valor que tiene esta tradición, creo que Sandra lo sintetiza muy bien”, finalizó Giovana Jaspersen.