Museo Franz Mayer desempolva joyas del grabado europeo

Luxuria, uno de los siete vicios, una de las obras más importantes de Pieter Brueghel; La virgen sobre el creciente, de Albrecht Dürer, que marcó un parteaguas en la defensa artística del grabado, pues fue plagiada y él demandó; Menipo, de Francisco de Goya, inspirado en un cuadro de Diego de Velázquez; y Los milagros de la Virgen de Guadalupe, de Samuel Stradamus, la primera pieza que se elaboró en la Nueva España con matrices de cobre, son algunas de las joyas que resguarda el Museo Franz Mayer y que ven su luz a través de la muestra Grandes maestros del grabado europeo, que se inaugura hoy.

La exhibición se conforma de 97 grabados, de un total de 736, que resguarda el recinto. Se trata de un recorrido que abarca obras que datan desde 1498 hasta inicios del siglo XVIII, cuyo objetivo es destacar la importancia del grabado. Además de “redescubrir las colecciones que alberga el Museo Franz Mayer”, destacó ayer en conferencia de prensa su directora, Alejandra de la Paz.

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“La muestra, en especial, tiene el propósito de enseñar la importancia histórica y artística de esta producción plástica que desde su origen tuvo dificultades para ser apreciada como un trabajo plenamente importante y con una valía semejante a la pintura y la escultura”, agregó el curador Abraham Villavicencio.

La pieza que da la bienvenida a la exposición es Luxuria, uno de los siete vicios, de Pieter Brueghel, considerado uno de los grandes maestros del siglo XVI, la cual muestra cómo en el siglo XVI se acostumbraba dar crédito al grabador y editor de los dibujos concebidos por los artistas. Ésta se considera la más original aportación de los Países Bajos al estudio de las relaciones entre el hombre y la naturaleza, en ese siglo.

“Uno de los puntos fundamentales de la exposición es regresar la mirada al grabado como un medio de difusión y divulgación; es el grabado el que permite, que de alguna manera, se popularicen ciertos temas que tienen que ver con la historia, con la literatura y las particularidades geográficas de algunas de las sociedades”

Alejandra de la Paz

Directora del Museo Franz Mayer

En el primero de los seis núcleos en los que está dividida la exhibición también destaca un libro en el que están plasmados algunos trazos de Hartmann Schedel sobre el origen del mundo. Además de Presentación en el templo y La dormición de la virgen, de Rembrandt.

En este primer apartado, otra de las principales joyas que se podrán admirar, es La virgen sobre el creciente, de la serie La vida de la Virgen, de Dürer, la cual tuvo mucha demanda y fue falsificada por el italiano Marcoantonio Raimondi, a quien el artista demandó y con ello marcó un precedente en la defensa de la autoría del grabado.

[caption id="attachment_1102451" align="alignnone" width="696"] El mounstruo marino (1498), de Albrecht Dürer. Fotos cortesía: Museo Franz Mayer[/caption]

En la tercera sala, bajo la temática El grabado y las artes liberales, se aprecia un libro acerca del tratado de anatomía que concibió Dürer, estudio que después aplicó a su obra Némesis.

En el cuarto eje, Representación de la vida cotidiana, destacan grabados que reflejan una carga de humor y que hacen cuestionamientos a las prácticas de la época como La ventosa, de Cornelis Dusart, que presenta una crítica a la medicina medieval; y A los compradores de viento se les paga con viento y se hallan al final estafados, de Albrecht Schmid.

De las obras que se exhiben, figura en el quinto módulo —El tiempo divino y el tiempo humano— una de las grandes obras maestras de Rembrandt: Cristo frente a Pilatos, que resalta por el contraste de líneas y la riqueza de luces y sombras, explicó el curador Villavicencio.

[caption id="attachment_1102450" align="alignnone" width="696"] La soberbia (1558), de Pieter Brueghel. Fotos cortesía: Museo Franz Mayer[/caption]

En la última sección, Hablar con imágenes, se muestran imágenes de la serie Las miserias y las desgracias de la guerra, de Jacques Callot, la cual se cree que inspiró después a Goya. La pieza se considera el primer antecedente del uso político del grabado.

La colección de grabado europeo que resguarda el Museo Franz Mayer es la mayor que se tiene en México. Mayer Traumann, fotógrafo y filántropo, la conformó entre 1936 y 1941. A través de correspondencia recibía ofertas de marchantes que le informaban sobre las destacadas piezas que iban rastreando.

Grandes maestros del grabado europeo

Cuándo: Del 13 de febrero al 17 de mayo

Dónde: Museo Franz Mayer

Horario: Martes a domingo de 10:00 a 17:00

Costo: $70 (general)