Reúnen voces literarias de 21 autoras de Centroamérica

Gloria Hernández (Guatemala, 1960) —Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias 2022— pone a disposición de los lectores Desde el centro de América. Miradas alternativas (Alfaguara, 2023), que reúne las voces de 21 autoras de Centroamérica que dan testimonio de un espacio que históricamente ha estado delimitado por una situación política, social y cultural de asombrosa complejidad.

Narradoras de diferentes generaciones, quienes han asumido el Centro de América como un entrañable espacio para inscribir testimonios existenciales desde el despliegue de una inquietante crónica de episodios enmarcados en ensueños imbuidos en una exploración del sentido de pertenecer a una asombrosa geografía cultural avalada por figuras trascendentes como Rubén Darío, Miguel Ángel Asturias o Augusto Monterroso.

La nómina de las participantes está integrada por autoras jóvenes insertadas en la rica tradición literaria de la región, quienes con sus relatos enriquecen el panorama de la narrativa centroamericana: María Eugenia Ramos, Jessica Isla, de Honduras; Karla Sterloff, de Costa Rica; Ligia Orellana y Patricia Lovos, de El Salvador; Holly Edgell, de Belice; Madeline Mendieta, de Nicaragua; Ela Urriola y Nicolle Alzamora Candanedo, de Panamá; e Ixsu´m Antonieta Gonzáles Choc y Gloria Hernández, de Guatemala, entre otras.

“Esta antología nace de mi interés por dar a conocer nuevas autoras que destacan por una faena narrativa que va teniendo afirmación. No son quizás muy conocidas, pero son herederas de los escritores y escritoras clásicos de la zona central de América. Ellas son protagonistas del ímpetu y del asombro que deviene de la indagación de lo humano en un espacio cultural dinámico y complejo”, expresó en entrevista con La Razón Gloria Hernández, miembro de la Academia Guatemalteca de la Lengua.

¿Cómo fue el proceso de convocar a las autoras? Conocía el trabajo de casi todas y a cada una le solicité cinco o seis cuentos. Sin embargo, muchas me remitieron ediciones de sus libros: me sumergí en esos volúmenes con curiosidad. Confieso, la selección fue muy difícil en la dictaminación y lectura de relatos de unas 70 autoras.

¿Criterios determinantes para la selección? Me basé en la presencia del sentido del humor, la apelación a la ironía y la imagen sorpresiva y certera de la trama. Creo en el cuento como un hecho que se debe quedar en la memoria del lector, que retumbe en su interior por la perplejidad que produce.

¿Cuál fue el mayor reto para conformar esta antología? Después de la selección, que repito fue muy ardua por la presencia de textos de gran calidad narrativa, vino la presentación a los editores del proyecto para su consideración de publicación. No quiero recordar todos los engorrosos trámites referentes a los derechos de las autoras, además de ubicarlas y perseguirlas para cumplimentar tales diligencias editoriales.

¿Narradoras que comienzan a publicar en los años 80 del siglo pasado? Estas escritoras se dan a conocer en los años 80 de manera frecuente y son herederas de narradoras importantes del siglo XIX y de los inicios del XX: pienso en las guatemaltecas María Cruz y Elisa Hall. Creo que referir el término: ‘narrativa de mujeres de Centroamérica’ genera reacciones curiosas. Esta antología intenta dar señales de una corriente narrativa de mucha fuerza y presencia en el entorno de la literatura latinoamericana.