Sandra Becerril presenta relato de casas embrujadas

La escritora y guionista de cine Sandra Becerril (Ciudad de México, 1980), después de haber sido nominada por Mejor Guión Adaptado en los Premios Ariel 2020 y tener en su haber más de 22 publicaciones en editoriales de España, Argentina, Estados Unidos, Cuba y México pone a disposición de los lectores El silencio de todos los muertos (Editorial de Otro Tipo, 2021): novela encuadrada en los esquemas del ‘relato de terror’ en que una familia, adicta a las historias de horror se muda a una ‘casa embrujada’.

Un saldo a buen precio en la adquisición de un inmueble en que el padre de la familia ha invertido todos sus ahorros. Esposa y dos hijos se ven envueltos en episodios protagonizados por seres fantasmales que los obligan a buscar ayuda de un investigador de lo paranormal: descubren los enigmas escondidos en esa edificación y se aprestan a enfrentarse a los entresijos de espantos que los acecha.

Becerril ha estructurado una fábula de artificios trazada en los recodos de la aprensión y el recelo. Prosa seductora empalmada a un lirismo untado de enajenadas grafías. Delirante puesta en escena que devela actos de expiaciones en una espiral de ruinosas realidades.

“Quise contar una historia de terror: traté por todos los medios de huir de los lugares comunes presentes en los relatos de este tipo. Apelo a la incredulidad y el miedo. El terror como la semilla de una violencia soterrada que los personajes se ven obligados a enfrentar”, precisó en entrevista con La Razón, Sandra Becerril, también realizadora series televisivas de suspenso.

El narrador que hace el introito de la novela está leyendo a Drácula, de Stoker. ¿Apelación a elementos intertextuales? Con ese detalle comienza mi inquietud de alejarme de una historia lineal que presenta los hechos de manera abrupta y sin misterio. Quiero que los lectores se involucren, para eso recurro a la referencia de un clásico: Stoker.

¿Atmósfera de thriller y zonas del relato gótico? Hay una conjunción de los dos elementos, pero todo encaminado a los espacios del terror.

¿La casa como un personaje? El inmueble actúa. Es una casa embrujada con cadáveres enterrados en el subsuelo que la sostiene; por supuesto, es un interlocutor en la trama.

¿La presencia de Edgar Allan Poe en esta involucración de objetos? Un escritor determinante: ¿quién puede desdeñar a Poe en estos avatares del thriller y el suspenso?

“La sangre destilaba la noche a modo de gotas”: sugerente inicio poético de la novela. ¿Escribe usted poesía? La poesía no se me da. Son imágenes que brotan en el cuidado de edificar una prosa que se salga de lo común.

¿Esmero en la psicología de los personajes y en los diálogos? La novela está estructurada en capítulos breves dedicados a un personaje. Me interesa que el lector se adentre en la psicología de cada uno de ellos, que los conozca bien. Soy guionista, el diálogo es una de mis armas para erigir una historia: los personajes deben hablar y advertir.

¿Qué debe caracterizar a una historia terror? Provocar espasmo, intranquilidad o zozobra en el lector a través de un entramado fantástico.