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Como hacía mucho no sucedía en la NBA, el Miami Heat ha provocado una gran expectación por las contrataciones bomba de LeBron James y Chris Bosh, quienes se unieron a Dwyane Wade, y promete convertirse en el rival a vencer.
Los buenos augurios que genera el Heat causaron que ayer, en el primer día de prensa, unos 600 medios coparan el Bank United Center, donde el poderoso trío prometió cumplir con las expectativas.
El más buscado fue el ex de los Cavaliers LeBron James, debido a las críticas que ha recibido desde que firmó con el equipo de Miami. Dijo que esas palabras sólo lo motivan y que las victorias se encargarán de borrar todo.“Tengo mucha motivación. El Heat se encargará en la cancha de tapar muchas bocas”, declaró.
De sus ex compañeros dijo que hicieron mucho por él pero no puede vivir de ellos. Reiteró que una de sus metas es ganar el título para la franquicia, pero también para él.
Tras escuchar insistentes preguntas sobre cómo el gran trío de Miami controlaría sus egos y asumiría la posesión de los balones, lo que genera el morbo de los aficionados , Dwyane Wade respondió: “no es tan difícil como parece”.Sobre ese desafío, que para muchos parece imposible, el entrenador del equipo, Erick Spoelstra, manifestó: “ésa es la historia no escrita este verano. Nadie hace hincapié en que dejaron de ganar dinero, en que están comprometidos a compartir el balón por un objetivo superior, el de ser campeones, pero esa historia resonará alto al final’’.
Miami planea días de sesiones dobles de práctica en las que espera que sus hombres vuelvan a adquirir el ritmo competitivo necesario para afrontar la pretemporada que arrancará con el choque en casa ante los Pistones de Detroit el 5 de octubre.

