La máscara es lo más importante en la Lucha Libre Mexicana, resguarda la identidad de aquel gladiador que semana a semana se entrega al público a base de llaves, vuelos, castigos y hasta por sus dichos.
Cuando un luchador pierde su máscara, en un duelo de apuestas, simplemente se acaba la magia que tenía con su público. El 90 por ciento de los gladiadores que han perdido su capucha terminan su carrera.
En este día de la Lucha Libre te presentamos las máscaras más bonitas que han desfilado por las arenas.
Fishman: En la década de los ochenta uno de los luchadores que cautivó por su estilo y rudeza fue el Hombre pez.
Blue Demon: El demonio azul fue considerado uno de los mejores luchadores de todos los tiempos, capaz de destapar al héroe de todos, el Santo.
Los hermanos dinamita: Los hermanos Reyes fueron una tercia explosiva por sus rudezas y por sus máscaras.
El Santo: Es la máscara más importante en toda la historia de la lucha libre mexicana. El santo fue el héroe de México por su estilo, por sus películas, historietas, por sus victorias.
Brazo de plata: Fue una capucha muy original del ahora llama Porky de la Lucha Libre, antes de caer a manos de los Villanos.
Canek: El príncipe maya aún mantiene su identidad y no es para menos con una máscara llena de historia.
Pierroth: Fue una máscara espectacular, la cual cobró vida por Norberto Salgado. Otros gladiadores la han usado, pero simplemente no encajan con el respetable.
