La propuesta titulada Código Negro, de entrada ofrece una mirada inusual al concepto del espionaje en el cine al priorizar como escenarios los salones de juntas, las oficinas, las cenas en casa y la recámara, con lo cual queda claro que pocos como el director de la estilizada y dinámica saga de Ocean’s Eleven, Steven Soderbergh, poseen el pulso exacto para que la conjunción entre el tono de ironía y la elegancia en el desarrollo de las extremadamente calculadas conversaciones, no pierda la más mínima consistencia a la hora de llevar todo al borde de la tensión y sostenerse ahí como afinada cuerda de violín, hasta el final y sin llegar a desbordarse nunca, transpirando así una zozobra sutil, permanente y embriagadora.
El entramado gira alrededor de un hombre que, junto con su esposa, trabajan para el Servicio Secreto y se ven enfrentados con una intriga al interior de la organización en la cual ella es uno de los sospechosos, es además una puesta al día de la fórmula de misterio del estilo de la escritora Agatha Christie —Asesinato en el expreso de oriente— con todo y la clásica reunión entre los implicados en la que habrá de revelarse al culpable, que al sumergir sus mecanismos de misterio en un sistema donde la manipulación de la verdad y la mentira a través del uso de rangos y niveles de acceso a la información, redunda en un llamativo paralelismo con las relaciones de pareja, yendo de los encuentros casuales a las infidelidades, y por supuesto, a la vida marital.
- El Tip: En el filme también participan actores de la talla de Marisa Abela, Tom Burke, Naomie Harris, Regé-Jean Page y Pierce Brosnan.
El aire enigmático que proyecta la personalidad de Cate Blanchett —El callejón de las almas perdidas (2021), TÁR (2022)— y la recalcitrante sobriedad de Michael Fassbender —X-Men: Días del futuro pasado (2014), Steve Jobs (2015)—, es la materia prima ideal para sostener por separado cada una de las situaciones, aunque como pareja no tienen la suficiente química y todo se queda en una funcional complicidad.
Al final, Código Negro, del estadounidense Steven Soderbergh —Erin Brockovich (2000), Tráfico (2000), pese a la frivolidad escondida en su temática adulta, deja la sensación de que es disfrutable la experiencia de respirar profundo y contener el aliento. Este thriller de producción británica, cuya duración es de poco más de 90 minutos, ya se puede ver en las salas de cines de México desde hoy.