En el ya lejano año 2002, el director Danny Boyle tomó por sorpresa al mundo entero al entregar una de las mejores películas de zombies o infectados de la historia. De la mano del guionista Alex Garland, con el realizador en Exterminio ofreció una propuesta diferente, centrada más en los horrores de los que son capaces las personas al encontrarse en medio de su inminente final, en lugar de centrarse únicamente en la parte de terror obvia del subgénero cinematográfico.
En el marco de la pasada CCXPMX25, a través de videos grabados previamente para usarlos especialmente en dicha ocasión, el dúo creativo reveló en exclusiva algunos detalles de la película. “Es increíble que han pasado casi 28 años del estreno de la primera película y no aprendí nada, sigo matando infectados y sigo haciendo que exploten cosas”, mencionó el director, notablemente emocionado por volver al subgénero cinematográfico de los zombies o infectados.
Por su parte, en otro video, Garland habló de cómo fue su proceso creativo para escribir una nueva historia, tiempo durante el cual pensaba en cosas como el estado en el que estarían los infectados 28 años después o la forma de reaccionar de las personas en otros países que no tuvieran ese problema, llegando incluso a normalizar es situación, siempre y cuando no les afectase. Otra idea constante del cineasta mientras escribía, era el cómo sería vivir en un país o continente aislado del resto del mundo y en medio de una amenaza constante.
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Además, en otro video, Aaron Taylor Johson, protagonista de la secuela, contó un poco de su experiencia haciéndola, destacando lo importante que fue para él tener la oportunidad de estar en una película tan esperada, y poder trabajar junto a Garland y Boyle. El actor compartió sobre la gran carga emocional que él tuvo al momento de filmar, dejando claro que esta película retrata perfectamente hasta donde puede llegar la humanidad para poder sobrevivir.
Exterminio: La Evolución combina elementos de drama y terror para presentar un mundo en el que han pasado 28 años desde que el virus de la ira escapó de un laboratorio de armas biológicas y ahora, todavía en una cuarentena despiadadamente impuesta, algunos han encontrado maneras de existir entre los infectados.
