Francis Lawrence, el otrora responsable de la saga de cuatro entregas Los juegos del hambre y Operación Red Sparrow (2018), entiende perfectamente que la disección de nuestra realidad, intrínseca en el concepto de futuros distópicos, puede ir más allá de la espectacularidad de las batallas y persecuciones sustentadas en tramas románticas. Al adaptar Camina o muere, escrita en 1979 por Stephen King, se alinea con antecedentes más retorcidos e interesantes como la novela y película Battle Royal (2000), concentrándose por completo en la brutal debacle mental y física de individuos sometidos a una situación límite, hasta ofrecer un intimista y aterrador retrato de la sociedad con sus retorcidos mecanismos de control.
El hábil director lleva al cine esta historia sobre un grupo de jóvenes estadounidenses que cada año se inscriben “voluntariamente” a una competencia considerada deporte nacional donde, vigilados por el ejército, sólo pueden sobrevivir si caminan sin descanso, sin detenerse o reducir la velocidad.
- 108 minutos de duración tiene la película de Francis Lawrence
Y lo hace sin necesidad de llamativos efectos especiales o fastuosos diseños de vestuarios, sólo con una cámara cómplice de la marcha, aguda al hurgar en el tejido de las relaciones entre los personajes, puntual para ir al encuentro de la acción en sus momentos de quiebre y, cual lo dicta la regla de su ficción, ser rigurosa al mantener el paso con perspectivas desde la mirada de los participantes, atestiguando la inminente caída de sus compañeros, y tomas grupales para hacer las transiciones de tiempo que otorgan efímeros respiros al drama.

El diablo en el camino, una cinta entre la fe, la religión y la guerra
De tal modo es que el director Francis Lawrence consigue que, con cada minuto del avance del relato sobre la despiadada caminata, se expongan a flor de piel los respectivos cuestionamientos morales, mientras como últimos subterfugios surgen amistades e improbables muestras de empatía para matizar aparentes estereotipos que redundan en conmovedores retratos de nuestra humanidad.
- El Tip: La cinta está disponible en cines desde el jueves. Cooper Hoffman, David Jonsson y Garret Wareing forman parte del reparto.
Camina o muere es una equilibrada conjunción de las exigencias del mero producto de entretenimiento, con el discurso crítico y el trasfondo reflexivo, la cual sustenta su oficiosa manufactura en el devastador manejo emocional al que los actores responden y con creces, cuyo hedor mezcla de angustia y pérdida de la dignidad conduce al espectador a confrontar una pesadilla tan factible como aterradora. Así pues, la espeluznante obra de Stephen King vuelve a perturbar con fuerza la pantalla grande.

