La serie This is pop tiene un capítulo dedicado al britpop. El movimiento se menciona de pasadita (Pulp, Elástica, et al.), se centra principalmente en la rivalidad entre las bandas Blur y Oasis.
En aquellos años, Damon Albarn acusaba a la música alternativa gringa de falta de sentido del humor. No vamos a negar que el grunge poseía una gran carga sombría, pero asumir que estaba exento de risas es impreciso.
Un recuento de lo ocurrido con el grunge durante la primera década de los noventa arroja un cumulo de tragedias, entre ellas el suicidio de Kurt Cobain y las sobredosis de Layne Stanley y de Shannon Hoon. Este último estuvo a punto de formar parte del prestigioso Club de los 27, se pasó por un año. Blind Melon, su ex banda, es precisamente una de las muestras más notorias del humor en el grunge. En su videoclip “No rain” vemos a una niña disfrazada de abeja. Aunque la canción trata sobre el bulin, al representar la diferencia entre las personas, la banda se tomó las cosas con humor al caracterizar a su protagonista como la “Bee Girl”.
Existe un gran contraste entre “No rain” y por ejemplo los lamentos de alienación pura de los Smashing Pumpkins. Baste revisar la letra de “To forgive” del Mellon Collie and the Infinite Sadness para darse cuenta de que sí, en efecto, abunda lo depresivo en el rock gabacho de la era. O en “Black Hole Sun” de Soundgarden. Pero ninguna de estas dos bandas son puro desbarrancadero. “Today” de los Smashing es una celebración de la alegría.
Nirvana es otro ejemplo del humor imperante en el grunge. Si bien las letras de Kurt Cobain suelen ser atormentadas, existen muchos momentos en video de él sonriendo. Entre los integrantes de la banda sobraban las bromas. Algunas ligeras, otras pesadas y unas de plano pasadas de lanza: como el beso entre Novoselic y Grohl. Por supuesto que la intención de este beso era escandalizar, como la aseveración de Cobain de que Dios era gay o el verlo lucir vestiditos de flores. En eso también subyace la idea de no tomarse demasiado en serio.
El video de “In Bloom” es un gran pitorreo. Es una burla, pero a la vez un homenaje a las primeras boy bands, cuando todavía ni las considerábamos como tal. Lo primero que uno piensa al ver el video es en The Beatles y en The Beach Boys. Era un ejercicio tremendamente lúdico, sin caer en lo paródico. Años después, los Red Hot Chili Peppers replicarían la idea en “Danny California”.
REVISANDO LOS VIDEOS DEL GRUNGE se podría hacer un análisis del humor en la música noventera. También Jane’s Addiction aportó a la carcajada con el video de “Been Caught Stealing”, se mofa de la identidad sexual de sus integrantes. Y lo hace sin amargura. Pavement también fue un grupo que ahondó en lo humorístico. Le hacía bulin a Smahing Pumpkins y en el video de “Cut your Hair” sale uno de sus integrantes con una máscara de gorila solicitando un corte en una peluquería.
Si la rabia y la amargura fueron la materia prima favorita del grunge esto se debe al momento en el que surgió. Eran los años de la resaca Reagan y del predominio del hair metal. De todas las bandas de este estilo, sólo Mötley Crüe era auténtica. Y Guns, que no es hair ni grunge, pero representaba a la parte más malandra de un nuevo hard rock. El grunge es una música existencialista. En los ochentas el rock no se estaba haciendo preguntas de carácter filosófico. Varias de esas preguntas las respondió Cobain: muéstrate como eres, pregonaba.
Debido al oscurantismo inherente al grunge, Blur decidió autonombrarse embajador de la diversión. Otorgarle ligereza a los nuevos sonidos que traería consigo la segunda invasión inglesa. Pero la verdad es que las sonrisas en Blur no eran del todo inocentes. Sí, cantaban para una generación de jóvenes a los que sólo les interesaba emborracharse y el futbol, pero tenían una concepción del mercado mucho más ventajosa que gran cantidad de bandas. Se profesionalizaron bastante rápido, tenían que hacerlo, para aplastar a su competencia, Oasis.
NO MUCHO DESPUÉS BLUR se retractaría de esta filosofía y en el 97 lanzaría Blur, el mejor disco de su carrera y el que contiene un espíritu sombrío cercano al grunge. La banda del britpop que manifestó más abiertamente su admiración por una banda gringa fue Manic Street Preachers. Se declararon fans de Guns and Roses e hicieron cóvers de “Sweet Child O’ Mine” e “It’s so Easy”. Reconocieron que era una de sus principales influencias y fueron teloneros de la siguiente gira de Guns and Roses por Gran Bretaña en algunas fechas.
Conforme el desencanto se fue apoderando de los tiempos, el humor en la música gringa cambió. De Frank Zappa llegamos a Beavis and Butthead, pasando por Devo.
Al recapitular en los momentos de humor en Nirvana, que distan de ser pocos, no puede dejar de resultar intrigante el final de Cobain. Y uno se pregunta, ¿puede alguien que ríe bastante en su vida suicidarse? La respuesta la conocemos todos. No deja de resultar desconcertante. Porque la diversión suele estar asociada a las ganas de vivir. Pero en los terrenos del éxito no hay certezas. A Blur tampoco le faltaría mucho para descubrir que lidiar con el éxito no es cosa fácil. La única manera de soportar su pesada carga por parte de Graham Cox fue tirarse a la copa de manera suicida. Con uno de los regímenes con peor fama entre médicos y dietólogos: la dieta del tinto. Lo que llevaría a su expulsión de la banda.
Por su parte, Oasis demostró que tampoco eran los reyes del humor. Su talento sólo les alcanzó para un disco: Morning Glory? Desde entonces se han dedicado a explotar la fama de ese disco, a pelearse, separar la banda una y otra vez y a hacer una música horrible. Blur supo envejecer. Y Damon ha hecho buena música en solitario. Y sobre todo al frente de Gorillaz. De aquel movimiento que en algún momento se antojó invencible (“somos más grandes que los Beatles”, dijo Noel Gallagher), lo más decente que nos legaron los ingleses fue Pulp, quienes con su humor dramático han conservado la dignidad y lograr que su sonido siga tan cautivador como al principio.
De regreso a la pregunta inicial: ¿existe el humor dentro del grunge? La respuesta de este humilde redactor es que sí. Y una de sus cumbres es sin duda Captain Beefheart, quien compuso “I’m Gonna Booglarize you, Baby” como una de las formas más elevadas de hacer del sexo una comedia.


