EL CORRIDO DEL ETERNO RETORNO

La marrana negra del taco chilango (no gentrificado)

La marrana negra del taco chilango (no gentrificado)
La marrana negra del taco chilango (no gentrificado) Foto: Cortesía del autor

El capitalismo sangrón ha secuestrado uno de los bienes más preciados de los mexicanos: el taco.

Esta delicia local no es más un asunto de simples mortales. No, señores, olvídense ustedes de alcanzar tres con todo con el salario mísero, ahora ha ingresado en la categoría delicatessen y se requiere lo mismo que se gasta uno en un mes en el transporte público para apagarse el antojo.

Podemos intuir lo mal que anda el mundo por el precio de los tacos. Y no, no se trata de jodidez ni de tacañería. Pasa lo mismo en otros campos. Una noticia reciente le abrió los ojos a muchos coleccionadores de sneakers. Fabricar el modelo Jordan 1 cuesta quince dolarotes. Y en ocasiones el precio de alguna de sus ediciones alcanza hasta los sesenta mil pesos. Interesante. Pero me distraigo, volvamos a lo que nos truje.

No voy a mencionar aquí las taquerías que se han puesto de moda. Donde un taco puede llegar a costar ciento cincuenta pesitos. Todos las conocemos. Todos nos hemos parado en una. A quién no le gusta probar las innovaciones de los chefs. Pero las cosas han ido demasiado lejos. Muchos pensábamos que el taco era intocable. Pero no. La plaga de los foodies finalmente lo ha infectado. Así que en esta ocasión les traigo una breve guía de tacos que todavía no han sido malogrados por las estrellas Michelin.

No sufra más, querido tragón, del desaire de las taquerías caras. Mejor dese un atracón en estos cinco lugares donde el taco todavía tiene un precio razonable y, lo mejor, es tan bueno como besarle la frente al niño Dios.

TAQUERÍA EL CHORRITO, Mercado Plutarco Elías Calles, Colonia San Miguel Chapultepec.

Al verdadero amante de los tacos le gusta la tripa. Ser catador de tripa es un arte que está en peligro de extensión. ¿La razón? No es la favorita del taco gentrificado. Pero en la calle continúa rifando. El Chorrito, ubicada en el interior del mercado, es todo un descubrimiento. La calidad de un taco nunca se determina por su precio. En Ciudad Godínez hay de todo. Y en El Chorrito por veinticinco pesos arañas la gloria. Si algo define a este taco de tripa es el equilibro. Entre la grasa y la tripa. Que además la puedes pedir bien dorada. Su cama son dos tortillas. Y aquí la magia. Sabe a tripa. En contraste con otros tacos que saben a pura grasa. Y aquí el plus: están bien servidos. Quizá al pasar por los pasillos del mercado El Chorrito nos dé la impresión de ser una taquería más. Pero no hay que irse con la finta. Además, es un oasis en varios kilómetros a la redonda. En una zona en que las taquerías no abundan, es la absoluta salvación. Como no son instagrameables, no van a aparecer en TikTok.

EL TACO MEXICANO AHORA HA INGRESADO EN LA CATEGORÍA DELICATESSEN

PUESTO CALLEJERO SIN NOMBRE, avenida Nuevo León esquina con Michoacán, afuera del Banamex.

Puede sonar a contradicción, pero no lo es. ¿Un taco accesible en una zona gentrificada por antonomasia? Cualquiera que camine por ahí verá casi siempre

una fila de diez a quince personas. Para su seguro serviplus, la estrella del lugar es el taco de bistek con queso. Pero también lo puedes pedir de pollo. De

entrada, tortilla hecha a mano. Encima la carne con el queso. De excesivo buen tamaño. De dimensiones parecidas al huarache, pero es a la plancha y muy suave. Lo que lo eleva al siguiente nivel son los topings. Ay, güey, hablé como gentrificador. Puedes pedir que le pongan papa machacada o nopales. Y todavía para que te despaches tú solito hay cebollitas guisadas y una buena muestra de salsas. Con dos tienes para todo el día. Precio por pieza, 37 pesos. Importante: si los pruebas, vas a volver. De mí te acuerdas. Posdata: no tienen Instagram.

LOS DE ARRACHERA GRILL, calle de Choapan esquina con Patriotismo.

Otro tesoro de la Condesa, a precios raza. Gran variedad de fiambres. Chorizo argentino, español, arrachera, campechanos, aguja norteña. Con su barrita de ensaladas pa que los puedas decorar con frijoles de la olla, nopalitos y cebolla. Fíjense bien quién se los dice, yo que no soy un fan de la chistorra: aquí ni nene consentido es el taco de chistorra con queso. Recontra uff, diría el perro Bermudas. Doble tortilla y una carga generosa de proteína. Lo que me cuadra es que la chistorra no está salada. Y no es que me asusten los sabores fuertes, pero luego predomina sobre los demás ingredientes. Pero la chistorra de este taco hace una mancuerna con el queso gratinado que ni El Pony y Jared en aquel Santos Laguna que nos hizo campeones. Tampoco tienen redes y ni les hace falta. Desde que abren hasta que cierran hay público presente. Los precios van de los 25 a los 32 pesos. Es una parada obligada para todos los exploradores del taco híbrido. A pie de calle, no es una taquería tradicional. aunque también tienen de longaniza.

TAQUERÍA LOS Q’ÑADOS, Miguel Ángel de Quevedo casi esquina con Universidad, Chimalistac.

Pa que luego no digan que no salgo de la Cuauhtémoc, este tabarete frente al Walmart me ha sacado de más de un apuro en la madrugada. También venden lo clásico, pero aquí el que me late es el de cecina. También hay enchilada, pero yo siempre me voy por la tradicional. Con queso. De tortilla doble, su complexión es semi robusta. Lo suficiente para que con tres la armes para bajar avión. Diré la neta, a este taco no le pongo casa pero me pareció necesario incluirlo porque está en un lugar donde conseguir un taco callejero no es sencillo. Está en una zona límbica. Rodeada de colonias fresas y de mucha taquería de cadena. Abren a medio día y se extienden hasta que ya no puedes conseguir un Uber.

PUESTO SIN NOMBRE, calle Juárez esquina con Allende, Pueblo de Santa Úrsula.

Sólo los domingos por la mañana, en Coapacabana. Nada como curarse la cruda con un consomesito. Y unos buenos tacones de barbacha de borrego. Muchas esquinas de Ciudad Godínez ofrecen lo mismo los fines de semana. Pero la mayoría están pasables o medianamente decentes. Aquí, a unos pasos del estadio antes llamado Azteca, se discuten. Este modesto y familiar negocio tiene una sazón que no le pide nada a nadie. Sí, no es la barbacoa de Actopan, tampoco mamen. Como no vas a subirte a un coche y manejar hasta Hidalgo, y como tampoco quieres quemarte cientos

de pesos en el Hidalguense, pues no se le puede pedir más al Señor. Dato chingón: también venden pulque.

Así que no te agüites, mi querido mamador,

si no te alcanza para La Once Mil. Mejor ábrete

a lo que la banqueta ofrece.