Muere el compositor que revolucionó la salsa cubana

Ilustración Jesús Díaz La Razón

Duro golpe para la cultura musical cubana. Ha muerto el más importante compositor de música bailable de Cuba, después de Ignacio Piñeiro, Arsenio Rodríguez, Pérez Prado y Benny Moré. Juan Formell (La Habana, 2 de agosto de 1942 —La Habana, 1 de mayo de 2014) puso a Cuba entera a bailar: su padre el flautista Francisco Formell le inculcó el amor por el son oriental, el bolero, el mambo, el chachachá y la sonoridad de la charanga.

Estudio guitarra y contrabajo, su cercanía con los maestros Antonio Taño, Félix Guerrero y Oreste Urfé lo llevaron a indagar en los secretos de la composición. La Dama del filin, Elena Burke, lo escuchó una noche a cantando sus canciones en el camerino en un descanso después de los ensayos de la Orquesta del Cabaret Capri, donde Juan era el bajista y decidió grabar un fonograma con sus canciones.

Después, Elio Revé lo invita a su charanga, los bailadores de la isla perciben que algo novedoso está sucediendo en los salones de baile de La Habana. Formell introduce violines eléctricos, hace variaciones armónicas con la incorporación de elementos del funk y el rock dentro del timbre del son-changüí guantanamero que ejecutaba Revé.

“El martes”, una pieza de balanceo shake-funk-son se convirtió en un éxito a finales de los años 60. La Orquesta Revé pasó a ser la preferida de todos los carnavales de la Isla. Sus inquietudes innovadoras lo llevaron a fundar, 1969, a Los Van Van, “el tren de la música bailable del Caribe”, los Rolling Stones de la Salsa, según comparación The New York Times.

Los Van Van revolucionan a la música afrocubana. El songo es de los ritmos cubanos el más trascendental después del mambo de los años 40-50. Violines eléctrico que subrayan el guajeo del montuno, batería que sustituye a la paila, tumbadora en repique rumbero, guitarra eléctrica, piano con clústeres jazzísticos, bajo eléctrico en sincopa anticipada y swing de arrojado pulso conguero que confluye con la timba habanera, el contoneo que ha revolucionado los aposentos de bailes de todo el mundo.

“No hay posibilidad de renovar y alimentar lo que hacemos los salseros en Nueva York sin tomar en cuenta a Formell y la sonoridad de Los Van Van”, ha dicho muchas veces Rubén Blades.

Los Van Van o un viraje en la forma de concebir lo rítmico en una nación donde bailar es el pan de cada día. “El baile del buey cansao”, “Chirrín chirrán”, “La habana no aguanta más”, “El negro no tiene ná”, “La titimanía”, “Anda ven y muévete”, “Esto tá bueno” “Marilú”, “Sandunguera”, “Si a una mamita”, “Azucar”…: 45 años con más de 300 éxitos radiales y el cariño de todo el pueblo. Van Van o la crónica musical de la cuba de hoy.

1999, Premio Grammy por Permiso que llegó Van Van; 2003, Premio Nacional de la Música; 2013, Grammy Latino a la Excelencia.

Ha muerto un revolucionario: la crónica de la música bailable afrocubana tiene un confín divisorio: antes de Los Van Van, de Formell, y después de Los Van Van.

Temas: