Ilustración Francisco Lagos y Jairo Ramírez La Razón
“Teníamos prohibido acercárnosle pero él era humilde y muy amable, y en más de una ocasión se acercaba a platicar con nosotros, los mexicanos”, así recuerda Samuel Valdez a Elvis Presley, con quien trabajó como asistente de producción en la película Fun In Acapulco.
Hoy se cumplen ocho décadas del nacimiento del llamado Rey del Rock and Roll —8 de enero de 1935—, la estrella estadounidense que más allá de la música, se caracterizó por mantener a flote su pasión por la cultura mexicana.
Su conexión con esta nación surge desde niño, pues el origen de su madre era mexicano y acercó al joven a la música de este país, con canciones de mariachi.
“El Rey siempre se mostró con una sonrisa amable y al mencionarle que yo era mexicano se soltó, me platicaba todos sus gustos por nuestra cultura; me dijo que amaba la comida de nuestro país por lo picante y sobre todo la música de mariachi, que le recordaba mucho a su madre, la cual lo hacía escuchar canciones de ese estilo cuando era niño”, comenta a La Razón Samuel Valdez.
Cada vez que tenía oportunidad, aquella estrella que cautivó al mundo en la época de los 60 con sus ojos melancólicos y sonrisa traviesa, hacía referencia de sus orígenes hispanos.
Más allá de la música, Presley mantuvo una conexión con México al ser vestido en numerosas ocasiones por el diseñador michoacano Manuel Cuevas, mencionado en la industria musical como el diseñador del rock.
Cuevas confeccionó los atuendos del cantante incluyendo aquel traje blanco de última presentación. Elvis lo llamaba “un gran artista de la lentejuela”.
“Yo era joven, tenía 17 años cuando tuve la oportunidad de trabajar como jala cables en algunas películas de Hollywood, en esta experiencia conocí a Elvis. Era sin duda todo un personaje, con gran porte, que cuando llegaba causaba mucho asombro a todos; muy sencillo en verdad, siempre cuidando su peinado…”, recuerda Valdez con nostalgia.
Entre las prendas que el diseñador michoacano confeccionó para él está el el traje con el que realizó su última presentación en vivo, el 26 de junio de 1977 en el Market Square Arena de Indianapolis: un traje blanco con hendiduras de oro que constituían la figura del calendario azteca, el cual usaba en señal de buena suerte.
Fun in Acapulco (1963) o El Ídolo en Acapulco fue donde el cantante de las caderas del diablo hizo homenaje a la cultura mexicana, pero sin ser grabada en estas tierras debido a que fue vetado a causa de una controversia por racismo.
En la película actuó a lado de la actriz mexicana Elsa Cárdenas, la primera actriz mexicana en actuar junto a El Rey. En esta película Elvis canta en español “Guadalajara”, acompañado por el Mariachi Águila, así como el tema “México” en el que hace referencia a la calidez y a las mujeres.
Además, Elvis estuvo presente en textos de la literatura mexicana que referían al tema de la contracultura, autores como José Agustín y Parménides García Saldaña fueron algunos de los que mencionaban el porte y música del rey en sus historias.
La estrella murió el 16 de agosto de 1977, pero fue protagonista del movimiento juvenil de la época al lado de bandas como The Beatles y personajes de la música como Bob Dylan; Presley a través de sus bailes de cadera, su tupé (fleco) bien formado y su estilo al cantar fueron los componentes con los cuales se posicionó como un parteaguas en la cultura popular de los Estados Unidos, pero siempre imprimió en su vestimenta y sus canciones un sello mexicano.
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