Celebración de un álbum histórico en sus 20 años: Vida Loca. Debut en México de un compositor y vocalista que sorprendió a todos: Franciscos Céspedes estrujaba el tiempo y la existencia herida por la añoranza se presentaba desnuda. Ayer, el vocalista de Santa Clara, Cuba, hizo que sus admiradores repitieran el prodigio y cantaran a coro “de esta vida loca, loca, loca / con su loca realidad / que se ha vuelto, loca, loca / loca /por buscar otro lugar/ pero le provoca / este sufrimiento / y no me abandona / porque a mí me toca / esta vida loca”. Coro de centenares de nostálgicos en una noche duplicada por la festividad.
Originalmente, el cubano se presentaría el 27 y 28 de septiembre, pero pospuso sus conciertos debido a los sismos que golpearon a México. "Nos volveremos a ver... como dijo José Alfredo, si nos dejan", externó entonces el intérprete de “Atame la mirada”. Para cumplir aquella promesa, Céspedes se reencontró ayer con su público mexicano en partida doble: a las 20:00 y 23:30 horas en El Lunario del Auditorio Nacional.
Ensamble de piano, teclados, bajo, guitarra, batería y saxofón con invitadas de lujo: Mariana Céspedes, su hija; Haydée Milanés, hija de Pablo Milanés, Maruchi Behemaras y Fabiola Jaramillo, cantante de música folclórica. Recital que tomó como punto de referencia el fonograma Zona Preferente. Desde el Teatro Karl Marx ( 2017), grabado en vivo en La Habana el cual representa un reencuentro del vocalista con su publico natural.
[caption id="attachment_666229" align="aligncenter" width="696"] Foto: Especial[/caption]
Y el público ovaciona al hombre que ha sido capaz de desafiar las concordias del tiempo y preguntarse muchas veces ¿Dónde esta la vida?. El saxofón cómplice lo secunda y el piano subraya el inquiere y una guitarra colorea la melodía y el coro se expande y la algarabía se prolonga porque la pregunta late en los rescoldos del deseo: “Todo es un misterio”, “Si no fuera por ti”, “Se me antoja”, “Nunca más”, “Pensar en ti”…
La invitada Fabiola Jaramillo se explaya en “Remolino”. Y sigue el villaclareño derramando rumores y fraseando el ansia, deletreando la vendimia del encuentro con su público. Segmento inesperado: tres temas glosados en ingles: blues bolereado y “Feeling” que el sax eleva a las follajes de la noche que inicia con “Song for you” en un Francisco Céspedes de coloreado fraseo del Misisipi con cluteres incitantes del piano y trinos de arrojada guitarra.
La hija de Pablo Milanés se refugia en un tema de José Alfredo para despues dialogar con Céspedes en un bolero filin de Frank Domínguez: “Tú me acostumbraste”. Maruchi Behemaras interpreta un tema que compuso a cuatro manos con el autor de “Así es mi música”: amigos de años, la trovadora exclama la admiración que siente desde siempre por su colega. Y la gente nombra título de canciones. Y la gente le dice a Pancho que lo quiere y Pancho responde que él los quiere más y que sus ‘novias más tiernas han sido dos o tres mexicana que me estrujaron el corazón’. El piano entra con el motivo melódico de “Todavía” que se encadena con “Nadie como tú”.
“Quiero cantar boleros, permítame cantar boleros, lo pido por favor”, exclama el cubano. “Bésame mucho”, de Consuelo Velazquez, se derrama sobre el borde de la noche. “Solamente una vez”, de Agustín Lara, humedece los instantes finales. “Llorando por dentro”, de Arturo Castro, es una ofrenda al amor que se asoma en los párpados de una muchacha junto a mi mesa que modula en susurros. ¿Dónde esta la vida?: es la pregunta que late en el fulgor de la luz. Francisco Céspedes ha celebrado los 20 años de su vida loca con absorvente entusiasmo: la vida anduvo por aquí, nos unto a todos con su prodigio.