María Concepción Concha Balboa Buika (Islas Baleares, Palma de Mallorca, 1972), sencillamente Buika, entrega el nuevo álbum (EP), Para mí (Warner Music Spain, 2017): cinco composiciones con tatuaje oloroso a pulpa de la Guinea Ecuatorial de sus ancestros. “Ni contigo ni sin ti” (Ortega Heredia), “Dios de la nada” (Gómez Pecino), “Para mí” (Buika), “Pizzica di Torchiarollo” (Folk tradicional Italia), “Hijos de la luna” “(Buika). Placa de viajes encumbrados por una prosodia en que la coloración rítmica de la madre África dialoga con las frondas del flamenco.
Buika es una negra gitana que pregona con furor y nos acurruca. Buika es una muchacha que nació del mar y porta como estandarte los vicios de la noche, dibuja los aposentos y deshoja los párpados del tedio. Enamorada de los dolores de los amantes, azuza las voluntades: viaja bajo la afluencia del aguacero y apuntala la sorpresa: nos columpia por los bordes del tiempo y acuna los azoros: canta las sílabas de las efusiones. Buika: polifonía de pasmos. Flamenco soul, flamenco punk, flamenco funk, bolero cubano, bolero ranchero, trova santiaguera, coplas: notas aromadas.
Ha colaborado con Mariza (cantante portuguesa de fado), Elefthería Arvanitaki, Nelly Furtado, Chick Corea, Javier Limón, Alain Pérez, Ivan Melón Lewis, Antonio Carmona, Pedrito Martínez, Dany Noel, Tomeu Penya, Chucho Valdés y Seal, entre otros. Bautizada como La voz de la libertad, ha grabado Mestizüo (2000), Buika (2005), Mi niña Lola (2006), Niña de fuego (2008) —dos nominaciones para el Premio Grammy—, El último trago —con el pianista cubano Chucho Valdés— (2009) —Premio Grammy Mejor Álbum de Música Tradicional—, En mi piel (2011), La noche más larga (2013) y Vivir sin miedo (2015).
La Razón conversó en enlace telefónico desde Miami con la intérprete de “Sí volveré” a raíz del EP, Para mí, y por su viaje a nuestro país para ofrecer un concierto el 20 de octubre próximo en los viñedos de Barón Balché, Valle de Guadalupe, Baja California.
“Tengo hambre de México: siempre tengo deseo de México; me da gusto saber que mi nuevo disco está por allá: el público mexicano es fiel, cada vez que voy me recibe con cariño desmedido. Estamos preparando el concierto del próximo 20 de octubre en Baja California en unos viñedos, me han dicho que son hermosos”, comentó Buika al inicio del diálogo telefónico con La Razón.
Para mí
Género: Flamenco fusión
Disquera: Warner Music Spain, 2017
¿Para mí, EP marcado por ciertas cifras tristes y a su vez de raigambre donosa? Así es: festividad y tristeza dialogan en las coplas flamencas: crecí entre gitanos y vi muchas veces como en medio del jolgorio se avenía el llanto. El tema que da título al disco es una suerte de soul arropado con flamenco de indiscutible melancolía amorosa; pero, “Hijos de la luna” es un reggae-flamenco de salerosa enunciación.
¿Por qué ese fraseo tan desgarrado? Soy una mujer desgarrada y pasional. Hay versos que hay que modularlos de esa manera: arrebato, dolor e ímpetu se conjuntan en mi voz. El flamenco es un furor punzante que se canta.
¿Cómo dio con el tema “Pizzica di Torchiarollo”? Viene de la tarantela, una de las danzas tradicionales de Italia. Me lo apropio y lo empalmo con la gitanería a partir de tabaleos de percusiones, trinos de guitarra y silbos elegantes
de un trombón.
Explora otra vez las consonancias del reggae. ¿Le gusta el género? Cierro con “Hijos de la Luna”, fusión flamenco-funk-reggae muy cadenciosa. Canto a la vida, a la esperanza. La luna nos prodiga de una luz amorosa: “todos somos hijos de la luna”, dice el estribillo de ese tema que me gusta mucho.
http://www.youtube.com/watch?v=w6ERLy2x2LE