El lunes 30 de junio, en el Callao, Perú, el cantante urbano Víctor Vela Matos, mejor conocido como Baby Flow, de 37 años, fue víctima de un brutal ataque mientras se encontraba en su cevichería, la Briony, ubicada en la cuadra 8 del jirón Contralmirante Villar. Sicarios llegaron en moto y abrieron fuego directamente contra él, propinándole al menos cuatro disparos, presuntamente con armas silenciadas, pues los testigos no escucharon detonaciones fuertes.
El ataque fue captado por cámaras cercanas y peritos de Criminalística acordonaron el lugar para recoger evidencia. De inmediato, la Policía Nacional del Perú (PNP) y el Depincri del Callao comenzaron con las diligencias para identificar a los responsables, quienes huyeron en la motocicleta.
Aunque el cantante fue trasladado con vida al Hospital Daniel Alcides Carrión, Baby Flow falleció a causa de la gravedad de las heridas. En el ataque también resultó herida su suegra, María Victoria Cruz Zapata, de 70 años, quien recibió un disparo en el abdomen. La señora fue llevada a una clínica en el Callao y se reporta fuera de peligro.
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A través de su cuenta de Instagram se publicó una invitación al público a asistir al velorio y a un breve homenaje que se realizará en memoria de Baby Flow en la cevichería donde fue atacado.
¿Quién era el cantante Baby Flow, asesinado por sicarios en moto?
Originario del principal puerto peruano, Baby Flow había ganado notoriedad por su estilo musical crudo, reflejando la violencia de su entorno. En 2017 fue detenido por apología al delito y en 2018 nuevamente por posesión de armas y drogas. Sus letras abordaban escenas de sicarios y armas, incluso involucrando niños, según señaló un comandante de la PNP.
Este asesinato se suma a una serie de crímenes similares contra artistas urbanos: en abril, los raperos ‘Louis Producer’ y ‘26is’ fueron abatidos con más de 20 disparos a la salida de una discoteca en Villa María del Triunfo, y en 2024 el también chalaco ‘Yerzy’, de 20 años, fue hallado muerto tras recibir un múltiple ataque en su barrio.
El crimen ha reactivado el debate sobre la inseguridad en el Callao, donde la violencia ha llevado al estado de emergencia en varios distritos, aunque los resultados aún son inciertos. Las autoridades han prometido reforzar la vigilancia, pero los vecinos exigen acciones concretas ante la ola de sicariato urbano.
La Fiscalía del Callao y la PNP siguen investigando, recabando grabaciones y declarando a testigos para avanzar en el caso. Hasta el momento no se han hecho arrestos, y los agresores continúan prófugos.
