El apetito por Avatar sigue vivo: Stephen Lang

El actor Stephen Lang regresa como el peligroso, calculador y letal coronel Miles Quartich en la esperada continuación de la épica película de ciencia ficción del galardonado cineasta James Cameron: Avatar: el camino del agua, producción que, en palabras del actor neoyorquino, no sólo está a la altura de su predecesora, sino que la supera y es una épica manera de continuar la saga fílmica que hasta ahora contará con cinco cintas.

En entrevista con La Razón, el también actor de No respires y Enemigos públicos habló sobre su papel como antagonista de la serie fílmica, el cual retorna para seguirle el rastro y cazar a Jake Sully (Sam Worthington) y Neytiri (Zoe Saldaña), quienes terminaron con la vida de su personaje hace más de una década y que ahora escapan de él para cuidar a sus cuatro hijos con los Metkayina, el clan oceánico que vive en los arrecifes de Pandora.

Y es que Quartich vuelve a Avatar: el camino del agua (película que se estrena hoy en cines) no como el mismo genio bélico, sino como un “recombinante”: un avatar autónomo diseñado con el ADN de los na’vi y el del militar, al cual le fueron descargadas todas sus memorias y personalidad.

Sobre su regreso como un supersoldado azul de casi tres metros, Stephen Lang aseguró sentirse contento y satisfecho con el arduo trabajo y el reto que le significó el rodaje submarino, el cual calificó como una experiencia única a lo largo de su extensa carrera. Además, aseguró que la nueva generación de fans quedará anonadada con lo imponente y espectacular que es Avatar: el camino del agua, además de que quedará enamorada de la mitología del director estadounidense James Cameron .

La primera cinta salió hace más de 10 años, ¿De qué manera consideras que las secuelas lograrán generar el mismo impacto en los espectadores? Hace poco se hizo el reestreno de la primera Avatar y le fue de maravilla, eso es muy alentador, porque nos manda el mensaje de que el apetito por Avatar sigue vivo y permanece. Ahora, conociendo que El camino del agua de la manera en la que la he podido conocer, sólo puedo decir que la película es una experiencia extraordinaria y creo que va a crear el mismo tipo de abrazamiento que la cinta original logró en 2009.

¿Sabes? Estas cosas crean su propio momentum y pienso que las expectativas por esta secuela son extremadamente altas y eso es gracias al éxito de la primera, y esto está bien, conociendo la cinta desde mi perspectiva sé que está a la altura y la supera. Esto es muy gratificante, decir que vamos a alcanzar a una generación completamente nueva de espectadores. Todo es muy positivo para mí.

¿Entonces la larga espera valdrá la pena? ¡Por supuesto! Y no sólo lo vale, sino que al final creo que El camino del agua es la parte importante, porque lo que la gente verá en la película es que Jake Sully y Neytiri, nuestros protagonistas y su familia, sus hijos, se desarrollaron casi al mismo tiempo que la secuela: el tiempo que ha pasado en El camino del agua es casi el mismo desde que se estrenó la primera y eso no es mera coincidencia y, de hecho, es muy, pero muy cool.

Tu personaje murió al final de la primera película, háblame de su regreso como antagonista. El general Miles Quaritch regresa. Siempre digo que no fue resucitado, sino que es reconstituido porque su ADN fue cosechado: él trabajaba para Administración de Desarrollo de Recursos, la compañía que mina en Pandora, y parte de su póliza es que su ADN fuera bancarizado. Tras su muerte hacen una ecuación fría, miran el incentivo monetario y deciden que vale la pena hacer un avatar con sus genes, pues es un operador muy efectivo en el planeta, sin importarles que al final lo mataron, sino considerando su exitosa carrera a la cabeza de las operaciones de seguridad. No es como que él tenga una opción o alternativa en el hecho, sólo regresa y está contento de estar de vuelta. ¡Es bueno estar vivo!... y azul.

Gran parte del largometraje se desarrolla bajo el agua, ¿Filmar de esta manera fue algo nuevo para ti? Sí y mucho: ya había trabajado en el agua, pero nada parecido a esta experiencia, en El camino del agua hicimos captura de movimiento en el agua. Esta manera de actuar ya es complicada en la tierra, pero cuando la haces a 30 pies bajo el agua se pone bastante extraño e impredecible… es difícil. Fue retador, pero era el trabajo que se tenía que hacer, por ello entrenamos duro para lograrlo y los resultados son bastante impresionantes.

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