Participó en más de 30 filmes

Chente, una estrella de cine sin formación actoral

Entre sus películas más importantes destacan La ley del monte, El albañil y Mi querido viejo; con El Charro de Huentitán “había una necesidad de crear un ídolo”, resalta el crítico de cine Gerardo Gil 

Chente, una estrella de cine sin formación actoral
Chente, una estrella de cine sin formación actoralFotoarte: La Razón de México
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Sin alguna formación actoral Vicente Fernández destacó en el cine en las más de 30 cintas que protagonizó, que fueron un éxito en taquilla entre las décadas de los 70 y 90, un periodo en el que la industria estaba muy lejos de las glorias de la Época de Oro y necesitaba de un nuevo ídolo de la talla de Pedro Infante o Jorge Negrete, cantantes rancheros que se convirtieron en iconos del séptimo arte.

Incursionó en la actuación con el filme Tacos al carbón, de Alejandro Galindo, en el que dio vida a Constancio Rojas, considerado uno de sus papeles más importantes. Era un taquero que logró establecer una cadena de taquerías luego de ganar un sorteo. En ella compartió créditos con Sonia Amelio, Ana Martín y Adalberto Martínez.

“Vicente Fernández fue un artista que llenó la necesidad de la industria del entretenimiento en un momento en que había quedado atrás la Época de Oro del cine mexicano. Había una necesidad de crear un ídolo.

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.Gráfico: La Razón de México
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.Gráfico: La Razón de México

“Cuando filma, aunque lo hace con Galindo, es una industria que está en estado lamentable a nivel de ideas, género y creativo; sin embargo, hace películas de mucho éxito, llega a ser este arquetipo de identificación, de ídolo popular; ese personaje de origen del pueblo”, destacó en entrevista con La Razón, el crítico de cine Gerardo Gil.

A Tacos al carbón le siguieron Entre monjas anda el diablo, Tu camino y el mío, Uno y medio contra el mundo, El hijo del pueblo y Jalisco nunca pierde, filmes en los que solía cantar sus temas, los cuales tras el paso en la pantalla se convirtieron en grandes éxitos.

Una de sus películas importantes de los inicios de su incursión en el cine fue El albañil, donde interpreta a Reynaldo, un joven que utiliza los coches del arquitecto de la obra en la que trabaja y falsifica firmas.

Su trayectoria cinematográfica alcanzó su punto máximo en 1976 con la cinta La ley del monte, basada en la novela El niño de la bola, de Pedro Antonio Alarcón, una de las favoritas del cantante. Interpretaba a Maclovio Arrieta, un hombre solitario y lleno de odio a raíz de que en su infancia presenció el asesinato de su padre.

Chente produjo la cinta en la que compartió créditos con Patricia Aspíllaga, el amor de niñez de Maclovio Arrieta; además de Julián Soler, Federico Falcón, Delia Peña Orta, Julián Soler y Narciso Busquets.

La ley del monte tiene oficio cinematográfico, hay una escena maravillosa donde le canta a su amor perdido, la cámara da una vuelta completa, toma a la novia, al marido, es claramente una escena erótica, la manera cómo se ven, cómo se seducen. Mientras que Tacos al carbón raya en la comedia, lo descubre como actor, la industria se da cuenta que ahí hay un ídolo”, resaltó Gil.

En la década de los 80 sus filmes más destacados fueron Como México no hay dos y Entre compadres te veas. En ésta última actuó al lado de Andrés García y Eulalio González.

En la recta final de su carrera cinematográfica hay dos filmes importantes: Por tu maldito amor, que da nombre a uno de sus grandes éxitos, y Mi querido viejo, en la que aparece su hijo Alejandro Fernández.

“Vicente Fernández era el hombre que alcanza el éxito y no pierde sencillez, eso cala en la psicología mexicana, no hay un personaje que siga esa línea, su vida es incluso una moraleja social”, finalizó Gil.