La catafixia, los cuates de provincia, la escalera loca… Así era el programa "En Familia con Chabelo"

Si eras de algún estado de la República, la máxima ilusión que tenías siendo niño o niña, era que sonara tu teléfono temprano para que te avisaran que estabas a punto de participar con Chabelo en el programa "En familia". En ese momento, ya te habías convertido en un "cuate de provincia". 

A través de los años, en total 48, Xavier López marcó a generaciones que crecieron con él, con ese niño que no se dejaba de nadie, que se caracterizaba por vestir con un overol el cual cambiaba de color cada domingo. La televisión quedó marcada por "En Familia con Chabelo", cuando los domingos, a las siete de la mañana, se encendía el televisor para disfrutar de todos los concursos que hacían una mañana diferente para los mexicanos.

"En familia con Chabelo", ¿de qué trataba?

Un programa que tenía como objetivo la unión familiar. Despertarte en los años ochenta, viendo "En familia con Chabelo" para disfrutar los concursos que conformaban esta emisión televisiva era una tradición en los hogares mexicanos. 

El programa entretenía a las familias mexicanas con concursos como "La catafixia", en el que ponían en disyuntiva a los participantes que ya habían ganado un premio, para elegir cambiarlo por algo que estaba colocado detrás de una cortina y que no sabías qué era. Puede ser que una sala que te habías ganado en un concurso con tus papás y hermanos fuera catafixiada por la opción B y terminaras ganando una pelota de futbol. O al revés, que si ya habías ganado un set de juguetes, al catafixiarlo y elegir alguna de las opciones incógnitas, resultaras ganador de una sala equipada con todo y home theater. 

"Sileeencio que están durmieeendo"

La escalera loca era otro de los grandes concursos dentro del programa "En Familia con Chabelo". Los participantes tenían que recorrer una escalera que estaba pendiendo de dos extremos e ir avanzando escalón por escalón, aderezado con una peculiar manera de Chabelo para llevar el concurso. 

Te daba dos opciones: recorrer la escalera loca con ruido o en silencio. Si decidías que la recorrerías con ruido, el público que se encontraba en el foro aplaudía y silbaba y cantaba. Sin embargo, cuando elegías el silencio, era la parte más cómica del concurso, pues Chabelo cantaba un tema en un tono bajito para que te concentraras, pero soltaba un grito que hacía que te desconcentraras y que cayeras de la escalera. ¡Una chulada!

Los cuates de provincia y las rolas mañaneras

"En familia con Chabelo" tenía una gran característica al iniciar el programa: se hacía con un concurso entre dos personas, quienes tenían que adivinar una canción con apenas unos segundos reproducida. Cada uno de los concursantes se ponía a un costado de Chabelo, y apoyados por un botón rojo que tenían que presionar si se sabían la canción, era que se desarrollaba el juego. 

Pero el tema de "Los cuates de provincia" era uno bastante peculiar. Desde distintas partes de la República Mexicana, llegaban cartas para participar vía telefónica en algún concurso que era conducido, en ese momento, por Jorge Alberto Aguilera, un personaje que también fue inseparable para Chabelo. 

Que el teléfono sonara para que pudieras participar y te enviaran dinero en efectivo o algunos otros regalos que llegaban directamente a tu casa era una gran ilusión. Tomar en cuenta a todos los niños y niñas mexicanas, era otro de los objetivos del show. 

Chabelo marcó la televisión mexicana, sí, pero marcó más a las generaciones de niños y niñas que crecieron viendo la televisión cada domingo a las siete de la mañana con "En familia". Hasta siempre, Chabelo. Hasta siempre.