El cineasta McCarthy explora la reencarnación con el terror de Maligno

Ante una cartelera a la que de forma regular llegan producciones ínfimas, que usando como pretexto el que supuestamente están tratando de emular a los clásicos de la serie b, aprovechan que existe un público eternamente ávido de productos de este género —al grado de acudir a verlas, pese a salir decepcionado la mayoría de las veces—; siempre se agradece el estreno de una que al menos luzca cierta corrección y haga funcionar los mecanismos del terror más básicos. Ese es el caso de la más reciente propuesta del director estadounidense Nicholas McCarthy,  que sin tener mayores pretensiones que las del entretenimiento, apuesta por una trama simple pero efectiva.

En Maligno, seguimos los pasos de una joven mujer que tiene que lidiar con extraños cambios en la personalidad de su pequeño hijo, que pese a su incredulidad y la de su esposo, parecen tener causas sobrenaturales, lo que les lleva a desafiar sus sentimientos hacia él. Eso es todo, una historia con un infante como fuente del miedo que sin problemas encaja dentro de la fórmula hollywoodense y permite que el también responsable de Holidays (2016), pueda elaborar algunos envolventes juegos con sobresalto incluido, que además se guardan algunas interesantes y sorprendentes salidas, como aquella en donde una sesión de hipnosis, culmina cuando lo políticamente correcto hace acto de presencia y se convierte en la escena más espeluznante.

El ritmo es de altibajos en la primera mitad, y la transición de la postura de la mujer con respecto a lo que está enfrentando es algo precipitada, pero las cosas suceden sin demasiados rodeos, además de que la enfermiza e inquietante disyuntiva maternal se plantea con la suficiente convicción y claridad para mantener los puntos de tensión, que surgen de situaciones tan simples como la de un niño buscando el cobijo en la alcoba de sus padres, o la sobreprotección de los mismos; lo que termina por sustentar la sangrienta culminación.

En cuanto a la manufactura hay muy poco que reprochar, estamos ante una propuesta que luce una estilizada puesta en escena, con el sugerente uso de la luz como principal acierto, y aunque no escapa a los convencionalismos, está llena de referencias a otras películas -muchas de ellas mejor logradas-, cae en cierta obviedad y es poco arriesgada; ofrece atmósferas inquietantes, algunos sustos que harán las delicias de los fans, y una pequeña variante en el tema que le otorga cierta frescura y le hace hasta interesante.

The Prodigy

Año: 2019

Director: Nicholas McCarthy (The Pact)

Actores: Brittany Allen, Jackson Robert Scott

http://www.youtube.com/watch?v=HEeXv0x7a3s