Marissa Saavedra se convierte en La Mataviejitas

La puesta en escena Asesina íntima, confesiones de una mataviejitas, basada en el texto de Bernardo Esquinca, cuenta la historia que causó tanto revuelo hace un par de décadas sobre la asesina serial que tenía entre sus víctimas a mujeres de la tercera edad. Se presentará en el Salón Los Ángeles, a modo de BailongoShow Tropical, como fue descrito.

La actriz Marissa Saavedra, quien da vida a Chana Barrera, personaje principal de la obra, afirmó a La Razón que fue un reto, “no es el personaje real de La Mataviejitas (Juana Barraza), a partir de eso se ficcionó lo que podría ser este personaje al que doy vida, una mujer que ha sufrido violencia, que puede ser buena madre, pero también es una asesina”.

La adaptación y dirección corre a cargo de Luis Martín Solís, cuyo espectáculo versa sobre la asesina serial que fue luchadora profesional, ruda de corazón, madre amorosa y mujer enamoradiza, cruzada por la violencia de género en el país.

“Chana me parece un personaje fascinante, como punto de partida de inspiración fue esta señora luchadora, a quien todo mundo describía como una persona muy educada y correcta; sin embargo, no te imagínabas que era una asesina”, explicó Saavedra.

El elenco lo terminan de formar la actriz Astrid Mariel Romo y el histrión Mauricio Moreno, quienes al igual que Marissa, llegan a interpretar entre cinco o seis personajes.

La obra contará con música en vivo a cargo de la Orquesta La Mariposa del Silencio y la Sonidera Joyce Musicolor MX Power Cucucumbiero.

“Estará muy padre, porque está llevado a esta onda del cabaret, con música y la mezcla de géneros que permite hacer esos contrastes muy evidentes y gozosos”, destacó.

El montaje se presentará totalmente en vivo el 12 de mayo, en el tradicional Salón Los Ángeles, la catedral del baile en México.

“Siempre me ha gustado la música y la escena, estar en este salón me da mucha emoción, y más porque me voy a presentar en él, cantando y actuando. Hubiera sido feliz al haber nacido en la Época de oro del cine mexicano, ¡imagina las rumberas!, donde había en cada salón una orquesta en vivo. Añoro esa vida nocturna que existía en los años 50, donde te ibas a cenar y presenciabas un gran show, entre comediantes, cantantes y bailarinas. Ojalá se sigan haciendo espectáculos como el nuestro, tener un lugar donde haya música, teatro y varias propuestas culturales”, finalizó.