Cine

Oaxacalifornia: el regreso, una lucha por la identidad

El documental muestra la evolución de una familia a lo largo de cuatro generaciones; Trisha Ziff retoma la historia tras más de dos décadas

La familia Mejía protagoniza ambos documentales, en los que se retratan los cambios generacionales, así como las tradiciones y costumbres de un pueblo.
La familia Mejía protagoniza ambos documentales, en los que se retratan los cambios generacionales, así como las tradiciones y costumbres de un pueblo.Foto Cortesía: Artegios
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La documentalista Trisha Ziff retomó, después de 25 años, la historia de los Mejía, una familia que migró de Oaxaca a Fresno en busca de mejores oportunidades y que lucha por preservar en sus descendientes las tradiciones culturales que les dan identidad. Esta secuela no sólo busca reflejar en la pantalla los cambios generacionales de la familia, sino también la evolución de los lugares que forman parte de esta historia.

En 1995, los Mejía protagonizaron un documental que intentaba retratar la historia de una familia migrante que añora las costumbres de su tierra. La productora, Trisha Ziff, buscaba llevar a la pantalla grande una situación que muchas familias en el mundo atraviesan. Para la secuela, la documentalista se preguntó “¿qué pasó?, ¿qué cambió durante 25 años?, ¿ellos todavía quieren volver a su pueblo?, ¿quiénes conforman la próxima generación de nietos?”, para abordar de nuevo la historia.

“La segunda película es sobre cómo cambiaron las cosas con el tiempo, en este caso las generaciones. Son más de 20 años, por lo que esta cinta trata sobre la asimilación”, dijo la directora en entrevista para La Razón, quien detalló que tomó como base el primer documental para retratar la evolución cultural de los Mejía, quienes se han enfrentado a una mezcla de tradiciones y costumbres que van desde el idioma, hasta la comida.

Para Leonardo Mejía, el documental era una oportunidad para dar a conocer las tradiciones de su pueblo y confesó que jamás imaginó que este proyecto significaría tanto para él y su familia: “Cuando nos invitaron a hacer el documental me emocioné mucho y lo primero que pensé fue que tendríamos la oportunidad de mostrar las tradiciones y costumbres de mi pueblo. Nos hizo el primer documental y años después nos sugirió que teníamos que hacer la segunda parte, ya estando mis hijos grandes y mis nietos. Así llegó esto que jamás pensamos que se haría realidad”, dijo don Leonardo a este diario.

Los Mejía conocieron a Trisha hace 25 años, cuando la fotógrafa y su exesposo visitaron Magdalena Jaltepec: “Estaba haciendo fotos de Oaxaca, de todo lo que es la Mixteca y por cosas del destino fue a parar a mi pueblo, que es un lugar bien chiquito, y nos tomó fotos. Ahí la atendimos y quedó muy contenta”, relató don Leonardo, quien apuntó que, tras el encuentro, la fotógrafa les prometió que algún día iba a trabajar algo con ellos.

La directora afirmó que el documental no sólo muestra los cambios generacionales, sino que también refleja la evolución de Magdalena Jaltepec, el pequeño pueblo de donde es originario don Leonardo: “Ahorita hay una carretera para entrar que antes no existía, hay un centro de salud y la escuela es más grande”, dijo Ziff, quien agregó que también existen muchos cambios culturales.

“Cuando fui la primera vez se escuchaba el mixteco, especialmente con la generación grande. La última vez que fui sólo había una señora que hablaba un poco de mixteco, así que el idioma está casi desaparecido”, concluyó.