Una “inconcebible” historia de cada día

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Foto: larazondemexico

Es inconcebible que sólo en el primer semestre del 2019 se hayan abierto 25,277 carpetas de investigación por delitos sexuales según las cifras del Gobierno federal. Es inconcebible, además, que a ese número haya que sumarle la cifra negra de las mujeres que no denuncian por miedo, vergüenza, incompetencia de las autoridades y tantos otros motivos que podrían enumerarse en estas líneas y cuyo punto en común responde a un sistema que les falla sistemáticamente a los ciudadanos en general, y a las mujeres en particular.

Es inconcebible, también, que tras haber sufrido un ataque tan doloroso y aberrante como es una violación, la víctima sea sometida a un interminable cuestionario revictimizante que la hace pasar una y mil veces por el horror vivido. Así comienza Inconcebible, la nueva miniserie de Netflix: un agente de la policía que le pide repetir por cuarta vez todos los detalles que recuerda Marie Adler (Kaitlyn Dever) sobre la violación sufrida hace apenas unas horas. Y eso es sólo el principio: luego vendrán los interminables exámenes médicos, los cuestionamientos, las dudas, los reclamos de “inconsistencia” en la declaración. Como si relatar un ataque sexual fuera capaz de consistencia alguna; como si el horror atendiera a las reglas de prosa y estilo.

Inconcebible responde con contundencia a la pregunta que se repite una y otra vez en la boca de los que no entienden: ¿por qué las mujeres no denuncian? En parte, por los policías faltos de empatía o repletos de ignorancia, también por los estigmas sociales y las desconfianzas de desconocidos y cercanos. Sin embargo, la historia también retrata que hay una forma diferente de hacer las cosas y que capacitar a las autoridades en materia de género no sólo es importante, sino necesario.

El dato:

An unbelievable story of rape fue escrito por Ken Armstrong y T. Christian Miller; ganó el Premio Pulitzer a Reportaje Explicativo. En 2018 fue alargado y ahondado en un libro.

Basada en una historia real y con la carga de todas las historias reales de violaciones, abusos y sometimientos, Inconcebible también será un reflejo sobre nuestros propios prejuicios que rodean a quienes denuncian: las víctimas no se ajustan a nuestros parámetros y fantasías, los victimarios no siempre son los villanos maléficos que vemos en algunas películas. La realidad nos exige entender las complejidades de los hechos traumáticos y las múltiples evidencias de los puntos ciegos, que rodean los procesos que se relacionan con delitos sexuales, nos enfrenta ante la imperiosa necesidad de desterrar la cultura sexista y patriarcal que tanto daño nos ha hecho.

Inconcebible está basada en una historia real. El caso de María Adler tomó visibilidad cuando las periodistas Christian Miller y Ken Armstrong contaron su historia en un reportaje titulado An unbelievable story of rape. Sin embargo, María Adler podría ser cualquier víctima en cualquier lugar del mundo a la que, tras la violación física, se le suma la violación del sistema. Es necesario que llegue el momento en el que lo único inconcebible sea dudar de las víctimas.

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