Difieren Gobierno y FGE sobre plagio exprés

Chocan versiones y señalamientos por caso de obispo; CEM pide no especular

Comisionado de Seguridad de Morelos revela que Salvador Rangel entró por su voluntad a un motel; con su expresión detona escarnio contra el prelado; también se filtra estudio toxicológico; exhorta al fiscal Uriel Carmona a demostrar que sí fue un plagio; Episcopado llama a respetar la dignidad humana y esperar indagatoria del caso; deja abogado la defensa del religioso

El obispo Salvador Rangel durante un acto religioso.
El obispo Salvador Rangel durante un acto religioso.Foto: Cuartoscuro
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El comisionado de Seguridad Pública de Morelos, José Antonio Ortíz Guarneros, informó que el obispo emérito de Chilapa-Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza, entró por su propia voluntad a un motel acompañado de un hombre, por lo que consideró que su desaparición no fue por un secuestro exprés.

El funcionario dijo a la prensa que el religioso ingresó por voluntad propia al motel Real de Ocotepec, en el poblado de Ocotepec, en el municipio de Cuernavaca, de acuerdo con videograbaciones.

El obispo permaneció los días 27 y 28 de abril en este lugar hasta qué elementos de la Cruz Roja lo encontraron inconsciente y lo llevaron a un hospital privado para su atención médica.

“Hasta donde sabemos, (el obispo) entró voluntariamente al motel con una persona del mismo sexo, esa persona después se retiró, pero es todo lo que sabemos. Fuimos a pedir información, pero ya había llegado la Fiscalía y no se nos permitió”, explicó el comisionado.

El pasado miércoles se difundió que, de acuerdo con los resultados del examen toxicológico aplicado por personal médico al obispo, éste resultó positivo a a cocaína y benzodiacepina.

El pasado 29 de abril, el fiscal, Uriel Carmona Gándara, lo visitó en el nosocomio y aseguró que se había tratado de un secuestro exprés, pues se había extraído dinero de las cuentas bancarias del religioso.

Al respecto, Ortiz Guarneros dijo no saber en qué se basaba Carmona Gándara para decir que se había tratado de un secuestro exprés, por lo que lo llamó a presentar pruebas.

“Pensamos que no es un secuestro exprés, pero el fiscal tendrá que demostrar por qué sí fue un secuestro exprés con en base a que lo dijo, y bueno, pues eso sí seguirá dando qué decir”, mencionó.

El primero que puso en duda el secuestro exprés fue el secretario de gobierno en funciones de gobernador, Samuel Sotelo Salgado, al revelar que el obispo fue visto por última vez en una pizzería del municipio de Emiliano Zapata, donde se reunió con un trabajador de ese negocio.

Ortíz Guarneros además aseguró que los políticos se estaban aprovechando de la situación para denostar el actuar de la seguridad en el estado.

Sin embargo, la Fiscalía de Morelos criticó estas declaraciones sobre que no hubo secuestro, debido a que sus declaraciones violan el debido proceso y el estatus de víctima del religioso.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) también se pronunció y llamó a evitar las especulaciones sobre la desaparición de Rangel Mendoza.

“Como Iglesia, confiamos en las Instituciones y eso nos lleva a dejar en manos de las autoridades la investigación correspondiente. Por ahora sólo pedimos, respetuosamente, que se eviten conjeturas y especulaciones que enrarecen el caso de forma innecesaria, tomando en cuenta la dignidad humana”, señaló la CEM a través de un comunicado.

La CEM precisó que una vez que el religioso esté en mejores condiciones de salud dará su declaración ante las autoridades e “informará oportunamente”. El estado de salud, aclaró, es reservado.

Ayer, el abogado del Rangel Mendoza, Pedro Martínez Bello, emitió un comunicado en el cual anunció su renuncia como representante legal dl obispo.

El litigante explicó que esto se debe a que una vez que apareció el religioso, los abogados del Episcopado se habían hecho cargo del caso.

“Es importante informar a la opinión pública, respecto que ya no soy más el abogado del obispo emérito monseñor Salvador Rangel, esto en virtud de que originalmente me contactan y me piden que les ayuden a presentar una denuncia en la Fiscalía General de Justicia por la desaparición del obispo, así lo hacemos, se da el resultado con la aparición de este y a partir de ahí son los abogados del Episcopado del estado de Morelos quién tiene a su cargo el asunto”, refirió Martínez Bello.

Agregó que es la Fiscalía estatal la que debe investigar cómo ocurrieron los hechos y es la que seguirá integrando la carpeta de investigación.