La Ciudad de México es un lugar versátil en el que se puede encontrar todo tipo de gastronomía, desde lugares elegantes con reconocidos chefs, hasta otros que te ofrecen típicos antojitos mexicanos.
Aquí en La Razón te contamos sobre tres experiencias culinarias que no debes perderte en el centro de la CDMX.
Cobarde
En la colonia Roma, en Coahuila 143, se encuentra Cobarde, un restaurante de decoración minimalista. Te recibe una barra de deliciosas bebidas y su impactante piso rojo que te encamina hasta la parte de arriba en donde está la cocina y los lugares para los comensales.

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Este lugar se define como de alta comida informal migrante, como un diálogo entre la gastronomía de Asia y México.
“Es comida de inspiración, comida migrante. Es mi historia no solo profesional, sino también personal de todos los lugares donde estuve: Barcelona, Nueva York, Tokio, y hoy lo reflejo en mi comida”, comenta el el chef Pako Cortés en entrevista con La Razón.
El restaurante inició originalmente en Oaxaca como una mezcalería y posteriormente se convirtió en uno de los mejores del estado. Ahora llega a CDMX para compartir su sabor.
El menú está hecho para compartir y así los comensales puedan disfrutar de diferentes sabores.
Entre los platillos que se pueden degustar y que son de los favoritos de los comensales están el tartar especiado de shiso, limón Mayer y curry, una delicia que se come con hojas de lechuga como si fueran tortillas, el complemento perfecto para balancear el sabor del tartar.

Las coliflores rostizadas son una muy buena entrada para quienes buscan el buen sabor y algo ligero para empezar. Otro de los favoritos son los dumpings de pollo con su salsita agridulce que les da un sabor especial.

Para quienes visiten este lugar no se pueden ir sin probar el delicioso pulpo, ni el cuello de pato, así como el exquisito aguachile de pepino o el pork belly.


Sin duda los postres son imperdibles la recomendación de La Razón es el Pastel Ruso con miel, esta hecho de cremas con una crema de manzanilla y merengue de miel, tiene una gran suavidad en el paladar y un sabor dulce pero sin ser empalagoso. Otra opción es el cremoso de aguacate, con ciruelas curadas, cítricos y un gel de limón. También cuenta con una reinterpretación de las tradicionales fresas con crema que lleva helado de leche quemada, helado de fresa, fresas curadas en sal y un merengue.


Por supuesto que en las bebidas el mezcal es la estrella en la coctelería por sus raíces oaxaqueñas del lugar, aunque también tiene cartas de mocktails y vinos.
El chef recomienda a los comensales que “vengan con la mente abierta para probar cosas nuevas”.
Yapan: una inesperada fusión entre México y Japón
Ubicado en el corazón de la colonia Roma, Yapan es un restaurante nacido del propósito de lograr la unión de dos conjuntos de sabores tan distantes entre sí: la cocina mexicana y la japonesa, al tiempo que se alcanza una identidad única, autoral, que destaca entre el circuito culinario de esta zona del centro capitalino.
En el menú de Yapan conviven los sabores de la cocina mexicana, intensos y especiados, con los peculiares ingredientes de la gastronomía japonesa. Así, se encuentran el mole poblano con el kampachi; la cochinita con las gyozas; los frijoles y el maíz azul con la ikura y el unagi; el chipotle, el habanero y la salsa macha con el wasabi y el ponzu y, por supuesto, el matcha, —que en tiempos recientes encontró una nueva generación de fanáticos—, con el mezcal y el tequila.
“La visión era crear un sushi muy mexicano”, explica a La Razón de México Edgar Zúñiga, chef de Yapan. “El reto más fuerte fue que la cocina mexicana suele estar dominada por salsas muy potentes, como un mole, mientras que en la japonesa el protagonismo recae en el pescado. El desafío fue lograr que convivieran sin que uno opacara al otro”, abunda.
De esta forma, en el menú de Yapan destacan el esquite, el clásico antojito mexicano, pero reimaginado con kanikama y kizami nori; las gyozas y los baos, tradicionales empanadas japonesas, pero rellenas de birria o cochinita, con su consomé; así como los makis —término correcto para lo que conocemos como “rollo de sushi”— ahora con jamaica, macha y aguacate.
“El mole normalmente le ganaría muy rápido a un pescado crudo; por eso buscamos que hubiera contraste sin que uno dominara al otro. No queríamos un sushi monchoso como en el norte del país, sino algo equilibrado, pensado para la Roma y para la Ciudad de México”, remarca Zúñiga.
La propuesta de Yapan no solo se extiende a la cocina, sino también a la barra, con una carta que combina los sabores tradicionales de México con el exótico alcohol del país oriental. Así, en las preparaciones, únicas de Yapan, interactúan el tequila, el mezcal y el licor de chile ancho con el matcha, el yuzu, el shiso y el sake. Por supuesto, todo esto acompañado de una selección de cervezas japonesas.
“La mixología fue diseñada a la par del menú: son doce tragos que van de lo dulce a lo picante, pensados para dialogar con los platillos”, comenta a este diario Claudio Sánchez, gerente de Yapan.
De esta forma, Yapan busca consolidarse como un representante de la convivencia entre las culturas japonesa y mexicana, a través de nuestro punto de encuentro más querido: la comida. “Yapan, es un concepto raro, algo que uno no encuentra en México; nos atrevimos a hacerlo y ha funcionado, a la gente le ha gustado”, comenta Sánchez, gerente del restaurante, quien, además, adelanta que otras sucursales están en puerta. “La idea es abrir cuatro más en distintas partes de México… incluso Miami está sobre la mesa”.
“Queremos que la gente venga con curiosidad y se dé cuenta de que es una propuesta distinta, pero muy mexicana al mismo tiempo”, concluye el chef Edgar Zúñiga.
- Ubicación: Córdoba 128, Roma Nte.
Tacos Atarantados
Los tacos son típicos de la gastronomía mexicana, no se puede hablar de la comida nacional sin éstos, los hay de todos tipos: de guisado, de canasta, dorados, de barbacoa y los clásicos de pastor.
Si buscas una opción céntrica para disfrutar de tacos al pastor, en la colonia Condesa están los Tacos Atarantados.
Si bien ofrecen carnes como rib eye, mollejas y suadero, las grandes joyas del negocio son sus cuatro trompos que van de lo tradicional a lo más experimental.

El de res es jugoso y directo; el pastor de cerdo al estilo regio conquista con su marinada especiada; el de puerco en salsa negra envuelve al paladar con notas profundas y ahumadas; mientras que el de res con chicharrón Atarantado —fabricado por ellos mismos en la capital mexicana— aporta un crujido inesperado que se funde con la carne caliente.
En CDMX hay sucursales en Lomas de Chapultepec, Insurgentes Sur, la Roma y ahora también en la Hipódromo Condesa. Si visitas una de sus taquerías, no te puedes perder de sus ya icónicas ‘cachetadas’, bautizadas por su creador Jorge Guadiana, por la particular forma en la que se preparan, al azotarse contra la parrilla después de mezclar el queso con la carne (las clásicas son de chicharrón y la campechana que une dos trompos y es la favorita de Mane de la Parra).

El resultado es un sabor bien equilibrado y crujiente que puedes acompañar con algunas de sus siete salsas para tener una explosión de umami.
Las salsas, que también son un esenciales en cualquier taquería, representan un acierto en los Atarantados, pues si bien en un inicio pueden parecer demasiadas, al considerar que los tacos tradicionales se limitan a dos o tres, su variedad da la oportunidad de mezclar sabores y conseguir más o menos picor, lo que es perfecto si tienes un paladar sensible o si por el contrario, quieres sentir un ardor ‘rico’ mientras comes.

Sin duda, comer tacos al pastor en CDMX es una experiencia que si bien parece cotidiana o sencilla, también es un espacio en el que puedes disfrutar de innovación y sabores frescos, sin dejar de lado la tradición.
- Ubicación: Av. Insurgentes Sur 337, Hipódromo Condesa, Cuauhtémoc, 06100 Ciudad de México, CDMX

