El pasado vuelve con fuerza al interiorismo. En un momento en que la nostalgia se mezcla con la búsqueda de la autenticidad, las tendencias retro están redefiniendo los espacios modernos. Desde la elegancia geométrica de los 60, el revival de los años 70 con sus tonos cálidos y formas orgánicas, hasta los destellos metálicos de los 80, cada década aporta un toque que otorga personalidad y carácter a la decoración actual de los espacios.
Esta tendencia no se trata sólo de replicar el pasado, sino de reinterpretarlo con materiales contemporáneos y un enfoque sostenible. El resultado: ambientes que se sienten acogedores, vibrantes y llenos de grandes historias.
- El dato: LA TENDENCIA por lo retro, ha provocado que incrementen las ventas en línea y en bazares o tiendas especializadas, por muebles y objetos de épocas pasadas.
El estilo de los años 60 inspira a quienes buscan un toque más elegante y gráfico, además se adapta perfectamente a los espacios actuales gracias a su funcionalidad y su estética minimalista, ideal para ambientes luminosos y despejados.
Para aplicarlo elige sillones de líneas rectas, mesas con estructura de madera clara y sillas con formas orgánicas.
Los años 60 apostaban por paletas alegres y saturadas con tonos amarillos, turquesas, naranjas, verdes menta o rojos intensos. Para añadirlo en la actualidad agrega el color a través de cojines, tapices o una pared de acento. El secreto está en usar tonos retro en dosis equilibradas para mantener la armonía del espacio.
En esta época se popularizaron los patrones con formas abstractas, círculos, espirales y líneas repetitivas, inspirados por el arte op y el movimiento psicodélico, para aplicarlo incorpora un papel tapiz geométrico, una alfombra con patrones retro o cortinas con diseños gráficos que aporten dinamismo sin saturar.
Por otro lado, los años 70 fueron una explosión de tonos tierra como marrones, ocres, naranjas, terracotas, verdes oliva y amarillos mostaza. Estas tonalidades transmiten calidez y bienestar, algo muy buscado en los hogares actuales.
Para aplicarlo, pinta una pared en tono terracota o mostaza, usa textiles en gamas cálidas y combina con materiales naturales como el ratán o la madera para equilibrar los colores.
En esta década se dejaron atrás las líneas rectas del modernismo y abrazaron lo fluido, como sofás redondeados, mesas con esquinas suaves y sillas con siluetas sinuosas. Si quieres traer este estilo a la actualidad, apuesta por muebles curvos, espejos redondos y lámparas con pantallas abombadas. Estos elementos suavizan el espacio y crean un aire retro elegante.
Añade toques metálicos y acentos vintage con lámparas doradas, bases de mesas en metal cepillado o pequeños accesorios retro que aporten brillo sin necesidad de exagerarlo.
Finalmente, los años 80 regresan con una dosis de atrevimiento y glamour. Los tonos pastel, los brillos metálicos y los materiales como el lacado o el mármol se combinan con piezas escultóricas
y luces neón que aportan un aire divertido y nostálgico. Es una tendencia perfecta para quienes buscan una decoración más artística y expresiva, sin miedo a los contrastes o a la mezcla de estilos.
El auge de revivir las tendencias retro no sólo es una cuestión estética, sino también se trata de una tendencia de sostenibilidad. Por ello, puedes reutilizar muebles vintage, restaurar piezas antiguas para dar nueva vida a objetos que son parte de la historia.