Isla Mujeres, el paraíso que deslumbra con sus paisajes

A sólo 12 kilómetros de las costas de Cancún está una de las joyas más preciadas del Caribe: Isla Mujeres. Sus playas con arena blanca, enmarcadas por el cielo azul y las aguas color esmeralda, invitan a relajarse y a disfrutar del sol, la brisa del mar y de los platillos típicos que aquí se ofrecen, como el pescado Tikin-xik o las empanadas de cazón.

La isla es uno de los destinos más cotizados no sólo de México, sino del mundo. De acuerdo con la plataforma de viajes Trip- advisor, Playa Norte, uno de sus principales atractivos, está entre los 20 destinos costeros más populares y mejor valorados por el turismo internacional en 2022, una distinción que comparte con las playas de Varadero, en Cuba, o Siesta Beach, en Florida.

Para llegar, basta con tomar un ferri desde Cancún, en los muelles de Puerto Juárez o la Zona Hotelera, o bien tomar un tour en lancha, que ofrece además la oportunidad de hacer snorkel en los arrecifes y contemplar las esculturas del Museo Subacuático de Arte. En ambos casos, el viaje no dura más de 20 minutos.

Otro atractivo relevante es el Templo de Ixchel, diosa de la Luna y la fertilidad, uno de los testimonios de la presencia maya en la región. La Zona Arqueológica de El Meco —ubicada en la parte continental de Isla Mujeres—, también responde a esta deidad.

La vista desde el mirador, en la parte sur, siempre es espectacular y en la zona centro y norte puedes encontrar una variedad de opciones, entre restaurantes y clubes de playa, para disfrutar de una buena comida o simplemente tomar el sol sobre la arena o en alguno de los camastros disponibles.

Si no quieres perder el tiempo, los parques de arrecifes y clubes de playa son una opción que nunca falla. En un mismo sitio encontrarás todos los elementos que hacen del Caribe mexicano un destino único en el mundo: ecosistema en su máximo esplendor e infraestructura para contemplarlo sin ningún contratiempo.

En estos lugares puedes bucear entre la diversidad de especies marinas, nadar en el mar abierto o en las albercas que recorren toda la línea costera. Después de la aventura, bien puedes reposar en las palapas que también sirven de mirador o degustar de los platillos locales en algún restaurante buffet.

La fiesta no puede faltar. Como en otros destinos de Quintana Roo, Isla Mujeres posee su propia agenda nocturna, con música en vivo y luces al pie de sus costas, que invitan a visitantes y locales a pasar un buen rato.

Museo Subacuático de Arte. Fundado en 2009, es un conjunto escultórico sumergido en aguas bajas del Mar Caribe, entre Cancún e Isla Mujeres. Las piezas fueron colocadas para servir de hogar a especies de flora y fauna. Hoy se pueden observar, en cualquier época del año, cangrejos, algas, peces y hasta mantarrayas. La colección impresiona por sus dimensiones, pues ocupa un área mayor a los 400 metros cuadrados y pesa más de 200 toneladas.

El Meco y Observatorio Maya. En el extremo sur de la ínsula está el antiguo templo maya que rinde culto a la diosa de la fertilidad. Funcionaba también como observatorio, donde se celebraban ceremonias y rituales religiosos. El Meco es otra zona arqueológica destacada, ubicada en la bahía de Isla Mujeres, fue un importante puerto y punto de intercambio comercial. Desde El Castillo, el edificio más alto, se puede tener una impresionante vista panorámica de Cancún.

Playa Norte. Con un clima cálido durante la mayor parte del año, es considerada uno de los arenales más bellos del país. Aquí el oleaje es muy apacible, en medio de un espectáculo marino de tonos verde y azul cristalino. Desde este sitio es posible nadar con peces y practicar windsurf, el deporte que combina la fuerza del viento sobre el mar.

Punta Sur. Por su ubicación privilegiada, es ideal para encontrarse con el amanecer y pasear por el Parque Escultórico, nutrido con obras de Vicente Rojo, José Luis Cuevas, Manuel Felguérez y Sebastián, así como de Ahmed Nawar, Dimitar Lukanov, Bárbara Tieahro y Devin Laurence, entre otros. El antiguo faro también es una escala para darle gusto al paladar y capturar postales del hermoso paisaje.