Ruta del pulque en Hidalgo, un recorrido con tradición

Hidalgo tiene una gran tradición en la elaboración del pulque, principalmente, en la región del Altiplano, y es en este lugar donde se impulsa la Ruta del Pulque, en la que los turistas pueden disfrutar de lo mejor de la bebida de los dioses, conocer su proceso de elaboración y hasta raspar un maguey para preparar un delicioso curado.

La Ruta del Pulque tiene la intención de preservar la tradición pulquera e incentivar el turismo en la región.

“Este proyecto lo llevamos trabajando desde hace cuatro años, nació de la iniciativa privada, del Consejo Coordinador Empresarial, la Cámara de Comercio y Servicios Turísticos de Pachuca y la Concanaco México, también contamos con apoyo de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario”, explicó en entrevista telefónica con La Razón Gloria Segovia Hernández, consejera de la Canaco y promotora del proyecto.

Hasta el momento se han realizado festivales en las distintas haciendas históricas de la Altiplanicie Pulquera y se espera que a finales de julio los visitantes puedan hacer un recorrido más extenso que comprenda las construcciones de San Antonio Tochatlaco, de San Jerónimo y de San Isidro Tultengo.

“Ahorita estamos haciendo festivales en cada una de las haciendas. Tenemos un convenio con el hotel Misión de Pachuca para que nuestros visitantes puedan hacer el recorrido en tres o cuatro haciendas. En tres semanas aproximadamente lanzamos esa ruta, creo para el 24 de julio la vamos a tener lista, acompañada de un festival en una de las haciendas. Contaremos con un pabellón gastronómico y artesanal, además de eventos culturales y musicales que montamos para apoyar al talento local”, agregó Segovia Hernández.

En la hacienda de Tochatlaco, los turistas aprecian uno de los ticanales más grandes del Altiplano, donde se llegaban a producir hasta 20 mil litros de pulque diariamente.

San Jerónimo, la hacienda más longeva del recorrido, destaca por haber pertenecido a la hija de La Malinche. Es una construcción de más de 500 años de antigüedad y todavía se pueden apreciar muebles de la época.

Mientras que en la hacienda de San Isidro Tultengo se vive una experiencia 100 por ciento pulquera. “Manejamos un taller donde la gente puede raspar un maguey, probar el aguamiel, ver cómo se fermenta el maguey y hacer un curado. Estamos apoyando mucho a nuestros tlachiqueros y damos a conocer la importancia de nuestra bebida nacional”, resaltó Segovia Hernández.

En cada una de las haciendas los turistas degustan de lo mejor de la gastronomía local como barbacoa, escamoles, chapulines, caracoles, gorditas y esquites. Además de adquirir artesanías 100 por ciento hidalguenses.

Debido a la pandemia, los recorridos son con cupo limitado de entre 120 y 300 personas, dependiendo de la hacienda que visiten, por lo que se recomienda adquirir los boletos con anticipación y durante el trayecto usar cubrebocas.