Redacción / La Razón
Tres hijos de Marcial Maciel afirmaron que fueron abusados por el fundador de los Legionarios de Cristo, por lo que exigieron al papa Benedicto XVI pedir perdón a todas las víctimas del presbítero y de la congregación que fundó.
La esposa de Marcial, Blanca Estela Lara, así como Omar, Christian y Raúl González Rivas (la familia que construyó Maciel) fueron entrevistados ayer por la periodista Carmen Aristegui en MVS Radio, en donde hablaron sobre los abusos a menores, la doble moral, la pederastia y varios delitos que fueron cometidos por el sacerdote.
Raúl recordó que a los ocho años, en Colombia, fue abusado por primera vez por su padre, quien utilizaba el nombre de José Rivas. Contó cómo también los obligaba a masturbarlo, cuando todavía no alcanzaba los 10 años.
“En mi caso fue en Madrid. Nos encontrábamos en el mismo cuarto. Él se hacía el dormido, pero nos pedía que lo masturbáramos. Tomaba fotos y se las quedaba; nos decía que su tío le hacía lo mismo, que ensayáramos con él”, apuntó Omar en la entrevista.
Recordó que cuando desayunaban fuera de casa algunas personas le decían: “buenos días, padre”. Al oír eso tenían la orden de retirarse. “Nunca nos preguntábamos por qué le decían (así), pensábamos que era porque tenía hijos”.
Raúl reiteró que el Vaticano, antes de estar pensando cómo restaurar lo que es la congregación, debe acercarse a las víctimas para pedir un perdón.
“El Vaticano tienen que reconocer que los Legionarios de Cristo abusaron sexualmente de seminaristas y de otras personas, que lo haga públicamente antes de dar su informe”, subrayó.
La esposa de Maciel, Blanca Estela Lara Gutiérrez, contó que lo conoció con el nombre de José Rivas a finales de 1970, cuando ella tenía 19 años y él 56. A partir de ahí comenzaron una vida de pareja, en la cual procrearon a Raúl y a Christian. El fundador de los Legionarios adoptó a Omar, el hijo que Blanca procreó en una relación anterior.
Manifestó que Maciel se hizo pasar como un viudo que decía trabajar para la compañía Shell Internacional y que a veces aseguraba que era detective privado e incluso agente de la CIA.
“Para obtener el pasaporte él me hacía pasar por lo difícil, porque un día era Rivas, otro González; pero siempre le creí, nunca dudé de él porque era una buena persona”, refirió.
“Es golpeteo de los de siempre”
Los señalamientos contra el cardenal Norberto Rivera, a quien acusan de encubrir los casos de abuso sexual cometidos por el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, son parte del golpeteo en contra del arzobispo primado, señaló Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México.
Explicó que culpar al cardenal de encubrimiento es algo “muy delicado”, ya que Rivera Carrera no tenía autoridad sobre el padre Maciel y que siempre que le llegaba alguna queja él decía que tenían que recurrir a Roma, porque a él no le competía.
Los ex legionarios de Cristo José Barba y Alberto Athié acusaron ayer al cardenal Rivera de encubrir al fundador de esa congregación religiosa cuando denunciaron públicamente abusos sexuales por parte de Maciel.
Valdemar dijo que Athié siempre ha tenido la intención de dañar a la Iglesia católica: “siempre son esos grupitos, esos comunicadores, no hay ninguna novedad que nos quieren perjudicar”.
Sobre la familia que procreó Marcial, dijo que deberá recurrir a las instancias correspondientes para cualquier reclamo.
Por Daniela Wachauf