Por David Saúl Vela/david.vela.razon@gmail.com
Lizette Farah no mostró ningún sentimiento de dolor al ser enterada de la muerte de Paulette Gebara Farah, su hija de cuatro años, quien padecía de discapacidad psicomotora y a quien reportó como “desaparecida” el 22 de marzo pasado.
Especialistas contratados por la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) explicaron que la mujer tiene una serie de características que advierten un desapego marcado con la menor.
“Estamos frente a una abogada inteligente, audaz, astuta, fría; una persona muy distante en la parte afectiva, sin apego, que le cuesta demostrar su afecto y que ha mentido”, dijo Sandra Yadeum, psiquiatra por la Universidad Complutense de Madrid, España.
Dijo que todas estas características son parte de un trastorno, aunque hasta el momento es difícil afirmar que esto la llevaría en automático a violar la ley. “Es muy atrevido decir eso”, dijo la experta.
La hipótesis de las autoridades mexiquenses es que la pareja, quien se unió en matrimonio el 13 de abril de 2001, no ha podido superar el hecho de tener una hija con capacidades diferentes.
Y es que sus actitudes y comportamiento revelan en el fondo un resentimiento marcado en contra de Paulette, mismo que no mostraba con su otra hija, de siete años, de nombre Lizette, con quien era más cariñosa.
La autoridad cuenta con una grabación en la que Lizette madre le dice a Lizette hija que no hablara nada sobre la desaparición de su hermana. “¿Por qué mamá? –pregunta la niña–. Porque si no, nos van a echar la culpa de que nos la robamos o de que tú la sacaste para que se la roben”, contestó la madre.
“Sí tiene características de personalidad que sorprenden”, aseguró Yadeum luego de revelar que Lizette Farah, al ser enterada del hallazgo de su hija muerta, presentó una conducta atípica en proporción con la noticia.
Otro punto es la actitud de la mujer al conceder entrevistas a medios de comunicación en la misma habitación de Paulette, donde fue encontrada al pie de la cama el pasado 30 de marzo.
En dichas conversaciones se observa a la mujer tranquilamente sentada sobre la cama de la niña.
“Se han realizado varias entrevistas entre miembros de la familia, pero sobre todo llaman la atención los aspectos de personalidad de la madre, que es en lo que hemos trabajado mucho”, advirtió la psiquiatra quien realiza, junto con otros especialistas, un estudio de personalidad más profundo a Lizette Farah.

