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El secuestro y homicidio del niño Fernando Martí, la ejecución del dueño de un bar, el intento de asesinato de un mando de la Policía Federal (PF), los vínculos con el cártel de los Beltrán Leyva, la cercanía con Edgar Valdés Villarreal, La Barbie, la distribución de droga en Polanco…
Cada uno de estos casos llevó a las autoridades capitalinas o federales, a detener a un hombre: George Khoury Layón. Cuatro veces lo han encarcelado; y en las cuatro echó abajo las acusaciones. En todas quedó libre.
A George Khoury lo apodan Koki. Hijo de un empresario libanés, dueño de centros nocturnos y aficionado a las pesas, actualmente tiene 37 años.
Seis de ellos, los ha pasado preso en diferentes cárceles.
El Reclusorio Norte, el Penal Federal de Tepic, el Centro Federal de Matamoros, el Centro de Arraigos de PGR… De todos finalmente salió.
“Jamás me he dedicado a la comisión de actos delictivos pues desde que cumplí la mayoría de edad lo único que he hecho es trabajar en compañía de mis padres y de mi única hermana”, asegura Khoury a La Razón.
Quienes lo conocen lo describen como impulsivo, no se deja amedrentar, es poco expresivo, de trato serio pero cortés. Un tatuaje que comienza en su cuello y termina en un brazo es siempre recordado.
En el 2006 su nombre se hizo público tras ser detenido en Polanco. Dos versiones corrieron para su captura.
La oficial lo señaló como principal distribuidor de metanfetaminas en Polanco, además de que supuestamente era jefe de Cesar Freyre, el jefe de la banda que mató a Hugo Alberto Wallace.
Quien dio a conocer las imputaciones fue el entonces jefe de la Policía capitalina, Joel Ortega. También lo señaló como miembro de Los Beltrán Leyva, y hombre cercano a La Barbie.
La otra versión que comentan quienes lo conocen, es que Koki tuvo problemas con un ex agente del Mossad llamado Eduardo Margolis, quien brinda seguridad a la comunidad judía en México.
Tras esta diferencia, Margolis le habría pedido precisamente a Joel Ortega, que lo aprehendiera.
En cualquier caso, Khoury fue detenido. PGR lo encarceló en el Reclusorio Norte de donde finalmente salió un año después pues no hubo pruebas en su contra.
En ese mismo penal Koki estuvo preso en 2003 por tentativa de homicidio, y en 2005 por delitos contra la salud. También fue absuelto.
A Koki se le relacionó siempre con gente de la farándula. El actor Jaime Camil, la actriz Fabiola Campomanes, de jugadores de los Pumas, son algunas de las personas con las que se le veía socializar. Ninguno lo ha señalado como delincuente.
Tras salir de prisión Khoury regresó a sus negocios. El Cronic Garden, El Doberman, El Dobby, fueron sus bares en el DF. También en Acapulco tenía uno.
Según las acusaciones, en esos lugares Koki almacenaba drogas, y permitía reuniones entre Los Beltrán. La PGR tampoco pudo demostrarlo.
Durante meses las autoridades poco supieron de él, hasta 2009, que lo aprehendieron de nuevo. Según PGR, Khoury tenía la intención de ejecutar a un mando de la PF, por encargo de La Barbie. Para ello, dijeron, Khoury contrató a unos judiciales del DF, a un ex mando y a un amigo llamado Francisco Zea.
Koki fue aprehendido afuera de un gimnasio. Los policías que lo capturaron, reportaron que le encontraron droga y armas, además de que —afirmaron— confesó los planes del homicidio y su relación con La Barbie.
Mientras era procesado en un penal de Tepic, PGR lo señaló como miembro de Los Petriciolet, y como el hombre que señaló a Fernando Martí para que lo raptaran.
Para castigarlo, las autoridades lo llevaron al penal de Matamoros.
La PGR finalmente perdió ambos casos el mes pasado.
Al salir, en la puerta de la prisión, Khoury fue detenido una vez más. Autoridades federales lo arraigaron pero finalmente no lo acusaron de nada.
Ahora la PGJDF lo acusa de un homicidio cometido en el 2004. El martes una jueza le dictó auto de formal prisión y se inició un proceso en el Reclusorio Oriente, donde está preso.
Quienes lo han visto durante estos días aseguran que está tranquilo, que se le ve fuerte y seguro de que una vez más quedará libre.
El caso actual
La víctima, Eduardo Salazar Bracamontes, propietario de Herbalife México y del bar El Perro, fue asesinado el 23 de noviembre de 2004 dentro de un vehículo Porche, frente al restaurante El Farolito, en la colonia Hipódromo Condesa.
Según la Procuraduría del DF, Salazar Bracamontes llegó a dicho restaurante con engaños de Khoury Layón, Jacobo Tagle Dobin y César Freyre Morales, estos últimos secuestradores de Hugo Alberto Wallace.
De acuerdo con las pesquisas, Salazar Bracamontes había contactado con su amigo Jacobo Tagle, a quien pidió ayuda para asesinar a Khoury Layón. No obstante, Tagle se puso del lado de Khoury Layón y junto con César Freyre Morales planearon su muerte.