Jóvenes festejaron con disparos al aire a 300 metros del Cinépolis: vecinos

Vecinos de Santa María Aztahuacán, en Iztapalapa, acusaron a dos grupos de jóvenes, autollamados “Los Camerinos” y “Los Medina”, de haber disparado cientos de balazos al aire desde la tarde y noche del 2 de noviembre pasado.

A 300 metros de donde festejaban estos jóvenes el día de los Santos Difuntos, el niño Hendrik Cuacuas, de 10 años de edad, recibió una bala perdida calibre 9mm que dos días después lo privó de la vida.

“Los Camerinos y Los Medina empezaron temprano a echar bala y así estuvieron hasta las tres o cuatro de la mañana con metralletas”, aseguraron habitantes de la colonia Santa María Aztahuacán, en la delegación Iztapalapa.

En entrevista con La Razón señalaron que los techos de lámina de sus casas fueron agujereados, como en el Cinépolis, por la “lluvia de plomo”. Algunos de los entrevistados mostraron ojivas de diversos calibres y un casquillo.223 (de rifle AR-15) que recogieron ese día.

“Se descocieron echando balazos y los patrulleros nada hicieron, por eso me pregunto por qué esconden lo de la muerte del niño del cine, cuando aquí también ha habido personas fallecidas”, dijo Rosario.

Otro de los entrevistados dio más detalles de sus vecinos. “Se dicen influyentes, tienen un familiar en la Policía Judicial del DF, en la agencia 44, por ello cierran la calle sin pedir permiso, sacan sus cuerno de chivo y a disparar, y ante eso a ver quién les hace frente”, advirtió Rogelio.

Los entrevistados –quienes están plenamente identificados pero se omiten sus apellidos por seguridad–, destacaron que Los Camerinos y Los Medinas se juntan en la calle Jalisco desde donde “echan bastantes balazos”.

Se trata de grupos de jóvenes, también conocidos como Comparsas, que organizan algunos de los siete principales festejos del pueblo: a la Virgen de la Candelaria, el Carnaval y fiesta del Santísimo; a la Santísima Trinidad, por la Asunción de María, a la Virgen del Rosario, el Día de Muertos y a la Virgen de Guadalupe.

Según los vecinos, ya se volvió una tradición que en dichos festejos muchos de los habitantes saquen sus armas y hagan disparos al aire.

“Aquí se le conoce como “el pueblo del plomo”, porque en todos los festejos es común que la gente dispare al aire con pistolas, sus cuernos de chivo, incluso se graban y suben sus videos a Internet”, dijo Zenaida.

Advirtieron, sin embargo, que la permisividad de las autoridades que nada ha hecho para evitar esta situación, ha provocado que ahora hasta en fiestas familiares se de esta situación.

“Aquí todos tienen pistola y ahora ya hasta en fiesta familiares echan bala, por eso gente inocente, como el niño del cine, está muriendo”, señaló Josefina

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