Colectivos de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) 3 denunciaron amenazas por parte de grupos de choque y porriles, mientras que la directiva del plantel confirmó la separación del cargo del jefe de la Oficina Jurídica, Crescenciano Cruz.
Un día después del cierre de la toma de las instalaciones, ante los casos de acoso en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), agrupaciones como Rosas Rebeldes P3, Colectivo Estudiantil Representativo (CER) y Bloque Negro señalaron que luego de una asamblea comenzaron a recibir amagos y responsabilizaron de cualquier agresión física a los directivos del plantel, entre ellos Samuel David Zepeda Landa, a quien desconocieron como director.
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Coincidieron que demostró ineficiencia en el cargo y presuntamente realizó amenazas contra quienes mantienen tomada la escuela.
Asimismo, informaron que también desconocen al secretario de Apoyo a la Comunidad, Enrique Zepeda López, a quien acusan de provocar a alumnos y padres de familia inconformes.
Los señalamientos se dan después de que los jóvenes y personal de la Preparatoria 3 se acusaran mutuamente de romper el diálogo, por lo que la casa de estudios informó que no reconoce el paro indefinido.
Asimismo, autoridades informaron que la separación del abogado Cruz Juárez se da tras un acuerdo con la Abogacía General para impulsar las condiciones que permitan reanudar la vida académica, esto luego de que los jóvenes solicitaran desde el pasado 14 de enero, a través de un pliego petitorio, su destitución debido a que no dio seguimiento a las denuncias presentadas por acoso sexual.
Ésta es la segunda baja registrada en la UNAM, pues el pasado 9 de enero la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) confirmó la renuncia del secretario general, Ricardo García Arteaga.
El funcionario explicó que tomó la decisión para que se realicen las investigaciones necesarias y para no ser impedimento en la reanudación de actividades en Ciudad Universitaria.
El dato: Encapuchados también tomaron las Prepas 7 y 5, en esta última fue de manera provisional para unirse a las movilizaciones para exigir que se investigue el acoso.
En tanto, alumnos que están en contra del cierre de la Preparatoria explicaron que su inconformidad se debe a que estas acciones pueden derivar en la pérdida del semestre o hasta un año.
“Cierran las escuelas (los estudiantes), pero las autoridades no están dando respuesta o no la que deberían ante sus demandas. Los abusos a los estudiantes, a mis compañeras no se van a terminar cerrando la escuela”, comentó a La Razón un joven de sexto semestre.
Por separado, un padre de familia señaló que con estas tomas de instalaciones no necesariamente van a conseguir algo, ya que no tienen conocimiento real de las denuncias o exigencias de todos los compañeros.
“Las autoridades son las que tienen que poner un alto, tomar medidas y responder también a los muchachos”, aseveró.
Con información de Frida Sánchez
