Después de una ríspida temporada de intercambios, una relación cordial se dio entre los representantes de los Poderes Legislativo y Judicial, luego de la asistencia de la presidenta de la Corte, Norma Piña, a la vieja sede de la Cámara alta, a invitación del líder cameral Gerardo Fernández Noroña. La ministra no tuvo ninguna muestra o expresión de rechazo hacia su persona, lo cual tuvo que ser acordado antes de su visita como invitada especial a la ceremonia solemne del Bicentenario de la Instauración del Senado. Fernández Noroña reconoció que son los primeros pasos para reconstruir el diálogo que se mantuvo roto en la pasada administración, a causa de las diferencias por la reforma judicial. Nos comentan que el morenista hizo un reconocimiento tácito a Piña Hernández, al ser “un buen gesto” su presencia en la sede legislativa. ¿Será el principio para destrabar la reforma judicial?, es ahora la duda. Pendientes.
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