Y a unas horas de que se realice la primera tanda de la insaculación pública de aspirantes al Poder Judicial, el Senado seguía a tientas. Nos comentan que, hasta entrada la noche de ayer, no tenía la lista final de nombres ni el número exacto de participantes en el sorteo que definirá quiénes aparecerán en la boleta electoral el 1 de junio. Con el tiempo encima, el presidente de la Cámara alta, Gerardo Fernández Noroña, pidió al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que le mande, de manera precisa, los nombres de los casi 200 aspirantes que deben añadirse a la lista original de más de mil, enviada por el Comité de Evaluación del Poder Judicial. Mientras tanto, en el salón de plenos se alistaban las cosas para el evento que, se afirmó, será “limpio y transparente” y el cual durará unas seis horas. En medio del desorden, la tómbola sigue su curso y, con ella, la incertidumbre sobre si se trata de una elección justa o de una lotería con premio asegurado.
