Hay denuncia ante la FGJCDMX por múltiples irregularidades

Acusan fraudes de Rosi Orozco en fundaciones y lucro con víctimas

Exdirectivas de Camino a Casa señalan triangulación de recursos entre organizaciones de la exdiputada; utiliza a las víctimas de delito para lucrar política y económicamente, dicen

Paola Tolsá y Daniela Tapia, en entrevista con La Razón.
Paola Tolsá y Daniela Tapia, en entrevista con La Razón. Foto|Eduardo Cabrera|La Razón

Por administración fraudulenta y múltiples irregularidades en el manejo de recursos de la fundación Camino a Casa, pero también para exhibir “que a través de una falsa labor social revictimiza a niñas víctimas de trata”, Paola Tolsá y Daniela Tapia presentaron ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) una denuncia contra la activista y exdiputada panista Rosi Orozco.

Tolsá y Tapia conocen la forma en la que la activista y política actúa, pues ellas mismas fueron antes directivas de la referida fundación. Sin embargo, al conocer lo que ocurría en ésta y otras organizaciones de Orozco, decidieron romper la relación y revelar las historias de turbiedad que, dijeron, descubrieron.

Ambas denunciantes llegaron a la fundación por invitación de la misma Rosi. Primero Paola, quien fungió como directora operativa, y luego Daniela, quien trabajaba en España en una asociación también dedicada a la protección de víctimas de trata.

  • El Dato: Desde EU la exdiputada maneja 3 organizaciones con sede en México: Comisión Unidos vs. la Trata, Fundación Camino a Casa y la iglesia Casa sobre la Roca.

Aunque desde el inicio notaron algunas irregularidades en el accionar de Orozco, las dejaron pasar. Lo hicieron, afirmaron, porque cada vez que expresaban sus dudas, la activista justificaba todo diciéndoles que “era una perseguida política, tanto de López Obrador como de Gloria Trevi”.

Daniela Tapia relató que Rosi le pidió que no investigara nada sobre ella y le dijo que, si quería ser activista, se tenía que acostumbrar a la persecución.

Sin embargo, tiempo después, durante varios meses, Orozco no le pagó su sueldo –20 mil pesos mensuales–, con el argumento de que tenía un problema en una cuenta de Estados Unidos.

Le dijo entonces que le cubriría la deuda por medio de Kaleido Inc., otra organización que controla la exdiputada, aunque para entonces ya había cosas que no cuadraban.

Tolsá, quien fungió como directora de Camino a Casa, señaló que desde su incorporación exigió transparencia. Pero no la había. Poco a poco fue descubriendo acciones que le generaron sospechas.

Ocurría que donaciones que hacían ciertas empresas a la fundación no eran usadas para ésta, sino para otra ubicada en Estados Unidos.

“Había ocasiones en que Rosi me pedía que se realizaran transferencias a Kaleido, a pesar de que los recursos de las donaciones se habían hecho a Camino a Casa”, narró.

A pesar de ser organizaciones distintas, Orozco mostraba a posibles donadores imágenes de las acciones que se realizaban en Camino a Casa. “En ese momento yo le dije que eso no estaba bien y comenzó la batalla”, señaló Paola.

IMPERIO DE ASOCIACIONES. Desde hace unos años, Rosa María de la Garza Ramírez, el nombre real de Rosi Orozco, controla, junto con su familia, un imperio de asociaciones civiles mexicanas.

Debido al giro de éstas, es insospechable que pueda estar cometiendo actos ilícitos, ya que, señalaron las denunciantes, se refuerza con la imagen del pastor Pablo Orozco de la Garza, su hijo, y su esposo Alejandro Orozco Rubio, esto desde EU, donde decidió instalarse con el estatus de refugiada, argumentando que es una perseguida política.

Con una expresión de desencanto y hartazgo por lo que hoy en día vive, Daniela denunció: “Rosi es una persona que lucra con las víctimas, pero en realidad no le importan. Vive de eso y es reconocida porque no ha sido desenmascarada. No es posible que siga impune, que las autoridades no actúen, que le tengan miedo”.

Luego de descubrir que el manejo de las finanzas y la manera de operar de Camino a Casa no eran precisamente lo que Orozco les relató cuando ellas llegaron a la fundación, optaron por no guardar silencio, lo que les costó ser despedidas.

Fueron prácticamente echadas del lugar donde por años vieron por las pequeñas que son víctimas de trata y ahora víctimas de descuidos, relataron Paola y Daniela. Además, recordaron que la situación se dio en medio de un ambiente hostil y bajo todo tipo de violencias.

Poco antes de que eso ocurriera, había una situación de deterioro en las relaciones. “Nos decían otros en la fundación: ya mejor empiecen ustedes, ya no se metan con ella, es una familia complicada, tiene mucha cola que les pisen, no tienen escrúpulos”.

LA RUPTURA. Cuando cerraron sus vínculos con Camino a Casa –“no había mucha legalidad de nada”, recordaron–, ya no les permitieron entrar al refugio. Había entrado gente de una iglesia de la que forma parte Orozco y montó una guardia nocturna.

“No me dejan entrar, no dejan entrar a Dani, ni a mucha gente del personal, porque les dicen: ‘están con Paola’. Entonces, de la noche a la mañana dejan a las niñas sin vernos, cuando éramos muy presentes en sus vidas”, señaló Tolsá.

Relató que Orozco, desde EU, dio la orden de terminar con el equipo entero: la abogada que trabajaba desde el inicio de la fundación, 15 años, en su puesto de directora jurídica; la trabajadora social, la psicóloga.

“Todo el equipo que ellos de alguna forma suponían que estaban con nosotros o que no era gente de su confianza, ya no le dieron acceso, les retuvieron su quincena y ya no pudieron pasar”, apuntó.

Las denunciantes señalaron que sí sienten miedo por su integridad, ya que saben que tanto Orozco como su familia “son de peligro”. Aun así, se atrevieron a solicitar que las autoridades investiguen el manejo del dinero de la fundación Camino a Casa y la triangulación de recursos entre asociaciones.

USO POLÍTICO DE VÍCTIMAS. Daniela y Paola acusaron que Rosi ha vivido a costa de las víctimas de trata, pues las ha utilizado como su estandarte para ir a conferencias, a congresos, a foros.

“Ha vivido de eso, toda la vida. Desde que empezó su carrera como diputada, auspiciada por Felipe Calderón, inició esa mezcla extraña entre cristianismo, activismo y política, y éste es el resultado”, señaló Daniela.

En esa lucha que han emprendido, admitieron que en ocasiones “hemos querido ya tirar la toalla”, debido al acoso que han sufrido, pues refirieron que Rosi se ha encargado de difamarlas.

  • 3 asociaciones civiles en México que controla Orozco

Las activistas, sin embargo, decidieron, además de mantener la acusación por fraude, denunciar ante las autoridades abusos que, señalaron, se cometen contra menores en los albergues manejados por Orozco, además de la retención ilegal de algunos de ellos, a quienes, aseguraron, la misma Orozco ha manipulado.

Al momento en que ellas dejaron de operar en Camino a Casa, en el albergue había 18 niñas de entre 5 y 18 años, todas víctimas de explotación sexual; sin embargo, refirieron, su martirio no terminó al llegar a la organización que supuestamente velaría por ellas, ya que, a pesar de sus historias difíciles, no recibían los mínimos cuidados.

No tenían terapia psicológica suficiente, pues había una terapeuta que les daba media hora de terapia cada 15 días y no a todas, sólo a seis de las 18 niñas, sostuvieron; además, no tenían un buen seguimiento educativo.

“Ah, pero eso sí, pedían muchas fotos y evidencia para reportarle a los posibles donantes que existían estas menores”, acusaron.

Paola argumentó que así vulneraban a los niños, alejándolos de sus figuras primarias: “Nos tocaban crisis, nos tocaban cumpleaños, nos tocaban salidas de paseos, en fin, muchas cosas; entonces, somos muy cercanas a las niñas”.

Tolsá aseguro que Orozco lucra con las organizaciones que ha creado para atender a menores de edad víctimas de trata y de ahí obtiene recursos para fines personales.

En ello coincidió Daniela Tapia, quien agregó que Orozco le ha hecho saber a la gente que ella es activista y “que inició esta lucha contra la trata de forma genuina”.

LA DENUNCIA. Lamentó que, tiempo después, ella y otros colaboradores pudieron corroborar que no fue así, “ya después de lo que hemos ido investigando, ya nos dimos cuenta que no; ella quería una diputación y levantó una bandera, una que le convenía, y por ahí empezó su construcción de poder”.

Hace un par de meses, Paola y Daniela fundaron Libera México AC, para seguir ayudando a víctimas de trata. Alrededor de 10 trabajadores las siguieron y algunas de las víctimas.

Su asociación tiene a 15 menores en cuidados. A otros se les impidió dejar los refugios manejados por Rosi.

“Nos han armado operativos policiales, diciendo que tenemos aquí menores en calidad de desaparecidos, todo para amedrentarnos. A las niñas (que se quedaron en el otro refugio) les dijeron que las habíamos abandonado y entraron en crisis; les han infundido miedo. Nosotras sólo pedimos justicia, que no se siga lucrando más con las pequeñas”, concluyó Paola.

Daniela la secundó: “Tenemos miedo, pero no vamos a parar, porque ya comenzamos y es por las pequeñas”.