Y fue el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, quien justificó la determinación de que la reforma contra el nepotismo se aplique desde el 2030 y no en el 2027, con un argumento: mantener la alianza con el Partido Verde. “Era mejor llegar a un acuerdo”, confesó el legislador, y dejó claro, nos comentan, que la prioridad fue la coalición y no la lucha contra los “hereditarios” del poder. El jaloneo terminó con una reforma descafeinada, ante la que pocos ven la posibilidad de que en la Cámara de Diputados se le pueda mover mucho, aunque nada se puede descartar. Y aunque en Palacio han pedido que en el 2027 Morena no postule a familiares, Noroña dijo que “si ganan la encuesta, pueden participar”. Además, defendió la modificación al asegurar que la decisión fue “colectiva” y no a espaldas de la Presidenta. Por lo pronto, nos dicen, en esta ocasión Morena ha mostrado que la “unidad” puede más que la congruencia. Uf.