El pasado lunes, el gobernador de Tabasco, Javier May, aseguró que la entidad poco a poco recupera la tranquilidad. Pero los datos no le ayudan. Según el dirigente estatal de la Canirac, Eduardo Gómez, las ventas en restaurantes han caído 70 por ciento debido a la inseguridad, como se informa en estas páginas. La gente no quiere salir después de las 7 de la noche, que es cuando muchos negocios de alimentos tienen el mayor consumo. El otrora Edén vive las secuelas de un año que empezó muy mal, con quema de negocios, bloqueos y balaceras en plena celebración de Año Nuevo. En enero de este 2025 —el corte más reciente—, los homicidios aumentaron 252 por ciento respecto al primer mes del año anterior, mientras que el narcomenudeo, asociado a los ataques armados a bares, se disparó en 1,028 por ciento. Es cierto que May heredó una grave crisis de inseguridad, dicen algunos. Pero ya tiene seis meses en el cargo y no se ven avances, dicen otros.

