Quienes dieron un severo golpe a la delincuencia fueron las autoridades de Quintana Roo, al ubicar y detener a Alejandro “N”, alias El Rayo, por su participación en el asesinato del secretario de Seguridad de Tulum, Roberto Rodríguez Bautista, el pasado 22 de marzo. Ese mismo día la gobernadora Mara Lezama dio la cara y, en un mensaje a la sociedad, prometió que no habría impunidad. Y cumplió. Cometido el crimen, El Rayo escapó hacia Tamaulipas y de ahí se movió a Veracruz, pero gracias a labores de inteligencia fue localizado y, con apoyo de las corporaciones de esta entidad, aprehendido. No se trata de un asunto menor, pues al generador de violencia se le atribuyen al menos 100 asesinatos en el norte del país, además de que para lograr matar al mando de la Policía de Tulum tuvo que poner en marcha toda una logística que implicó tiempo y la participación de otros siete sicarios. Misión cumplida, podrán decir en Quintana Roo. Ahí el dato.
