Por fin, nos dicen, la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, se reunió con madres buscadoras, aunque más que encuentro fue un muy atropellado encontronazo, obligado por la presión que hicieron las activistas encabezadas por Ceci Flores. Tras plantarse afuera de la CNDH y amagar con bloquear el Periférico, la primera respuesta que tuvieron las inconformes fueron empujones y amenazas de personal de seguridad. Y, tras un penoso estira y afloja, doña Rosario se dignó a salir de su oficina para platicar con la fundadora de Madres Buscadoras de Sonora, quien le regaló una pala. Ceci dijo que la titular de la CNDH se comprometió, ahora sí, a “abrir las puertas a todas las víctimas”, y que el diálogo empieza el martes. Muchos se quedaron pensando en lo que decía una cartulina que portaba Ceci a su llegada: “Para continuar nuestro camino basta con mover una sola piedra”. Ahí el dato.