La reciente intervención militar de Estados Unidos en Medio Oriente podría tener consecuencias directas para México, tanto en el ámbito económico como en el de seguridad, alertaron especialistas en relaciones internacionales y economía. Aunque aún no se trata de una guerra formalmente declarada, los efectos se podrían sentir en los mercados y en las decisiones estratégicas de gobiernos aliados, incluido el mexicano.
La internacionalista Arlen Ramírez Uresti, académica de la Universidad Iberoamericana, advirtió que si el conflicto escala a una confrontación abierta, “las consecuencias económicas globales van a ser mucho más complejas”.
En ese escenario, México se vería afectado por su cercanía y fuerte vínculo comercial con Estados Unidos. “El hecho de tener a su principal socio comercial en un conflicto de mayor intensidad se le puede representar, pues, una agudización de la crisis económica”, señaló.

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Desde la perspectiva económica, José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN), consideró que el alza en los precios del crudo puede beneficiar a las finanzas públicas mexicanas.
“El crudo estaría incrementando su precio por barril entre 12 y 15 dólares”, indicó; sin embargo, también anticipó una presión sobre el tipo de cambio: “Podríamos estar llegando nuevamente esta semana al umbral de los 20 pesos por dólar”.
Esta depreciación del peso, explicó, puede favorecer las exportaciones mexicanas, “ya que el país pasaría de exportar con un dólar a 18.63 pesos a hacerlo con un tipo de cambio más alto, lo que implica mayores ingresos en moneda nacional”.
Pero advirtió que también encarecerá las importaciones, especialmente en el sector energético: “México es un importador neto de gasolina, esto estaría afectando las importaciones de gasolina, bienes de uso intermedio, de capital o de consumo inmediato”.
Ambos especialistas coincidieron en que uno de los focos de atención inmediata debe ser la seguridad. Ramírez Uresti alertó que “el régimen iraní actual se ha vinculado a grupos importantes como Hezbolá”, lo que podría provocar intentos de infiltración a través de la frontera México-Estados Unidos.
“Sí, definitivamente, ahí sí tenemos que estar muy pendientes”, dijo, ante un posible endurecimiento de los filtros migratorios y nuevas exigencias desde Washington, pues “seguramente por ahí vamos a ver alertas importantes que involucran la cooperación de México en temas fronterizos”.
En el mismo sentido, Martínez Cortés anticipó que Estados Unidos podría solicitar a México mayor vigilancia en los más de tres mil kilómetros de frontera compartida, así como en sus costas del Golfo.
“Precisamente, para que desde México no se infiltraran posibles terroristas para atacar a Estados Unidos en su territorio”, explicó, y agregó que a esto se suma el hecho de que “México está contemplado en el Comando Suroeste estadounidense”, lo cual implica obligaciones indirectas de cooperación en la estrategia de defensa regional.
Respecto al posible impacto en la industria petrolera mexicana, Ramírez Uresti consideró que “hoy la industria petroquímica mexicana no está a la altura de los estándares internacionales como para sustituir alguno de esos suministros. No somos competitivos en el mercado global del petróleo”.
Ambos analistas coincidieron en que el Gobierno mexicano deberá reforzar medidas preventivas. Para Ramírez, si la tensión se prolonga más de una semana, “México tendrá que alinearse de alguna forma a la estrategia de seguridad regional, por intereses de protección nacional, pero también por salvaguardar la seguridad de la región”. Mientras que Martínez Cortés recomendó “resguardar los sectores estratégicos del país, como el petróleo, la electricidad y las finanzas”.
Finalmente, la internacionalista de la Ibero subrayó que el trasfondo del conflicto no se limita a la ayuda militar a Israel ni al tema nuclear. “Esta maniobra de Estados Unidos tiene un doble fondo, ese ataque está debilitando al régimen iraní, que Estados Unidos ha intentado derrocar desde hace 46 años”, sostuvo.
Por su parte, Martínez Cortés advirtió que el conflicto podría escalar aún más. “Sin duda, el Medio Oriente es un polvorín; ahora más que nunca, ante el ataque de Washington, la región está en un punto crítico. Esto va a poner en vilo, sin duda, la seguridad mundial”, concluyó.
Legisladores advierten grave crisis de refugio
› Por Sergio Ramírez y Ulises Soriano
Tras respaldar el llamado de la Presidenta Claudia Sheinbaum para que prevalezca la paz en Medio Oriente, legisladores de Morena y Movimiento Ciudadano advirtieron que el conflicto entre Irán e Israel al que se sumó Estados Unidos implicaría amenazas a rutas petroleras clave, la posible reacción de grupos militantes pro-iraníes y, sobre todo, el impacto humanitario que podría derivar en una crisis de refugiados a gran escala.
En entrevista con La Razón, la vicecoordinadora emecista en el Senado, Alejandra Barrales, dijo que ante la preocupación que generará esta confrontación bélica que puede llevar a una espiral que implique incluso armas nucleares, México debe permanecer al margen sin tomar partido por alguna de las partes.
“Frente al conflicto en Medio Oriente, México no puede permanecer indiferente, pero tampoco debe dejarse arrastrar por presiones para tomar partido.
Lo que nos toca es ejercer una neutralidad activa; es decir, mantener nuestra independencia de juicio sin renunciar a nuestros compromisos con la paz, los derechos humanos y el derecho internacional”, señaló.
En tanto, la senadora de Morena Cynthia López Castro coincidió en que México no puede involucrarse en este conflicto, a pesar de la vecindad con Estados Unidos, sino mantenerse como un promotor de la paz en el mundo.
“En pocos días hemos visto cómo la violencia se dispara, así como la reciente intervención militar de EU. Esta participación, en lugar de abonar a una solución diplomática, profundiza el conflicto regional y eleva el riesgo de una guerra a gran escala, cuyas consecuencias humanitarias serían totalmente devastadoras”, aseguró.
El diputado federal morenista José Narro alertó sobre la posibilidad de que aumenten los combustibles ante la decisión de Irán de cerrar el Estrecho de Ormuz.
“La sola amenaza de cerrar el Estrecho de Ormuz ya encarece los combustibles. Si se concreta, el petróleo subiría hasta 50 por ciento. Y aún hay quien critica que AMLO invirtiera en refinerías...”, afirmó.

