La reforma en materia de desapariciones fue aprobada en comisiones unidas de Gobernación y Estudios Legislativos con el respaldo mayoritario de Morena y sus aliados, mientras que el Partido Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC) se abstuvieron al considerar insuficiente el tiempo —apenas 12 horas— que se les dio para analizar el dictamen y reclamaron una vigilancia del Estado mexicano con el pretexto de encontrar a las personas desaparecidas.
Alejandra Barrales, vicecoordinadora de MC, aseguró que con el uso de la CURP y las modificaciones establecidas “se da un paso más en la instauración en nuestro país de un sistema de vigilancia digital masiva, cuyo brazo operativo es la Agencia de Transformación Digital”.
La enmienda crea la Plataforma Única de Identidad, que integrará diversas bases de datos, como el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, el Banco Nacional de Datos Forenses y registros administrativos, permitiendo realizar búsquedas en tiempo real a través de la CURP.

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En el artículo 91 bis de la reforma, señaló barrales, se establece que la CURP contendrá huellas digitales, fotografías, datos biométricos; por lo tanto, “A partir de esta reforma, el artículo 91 señala que todos los entes públicos y particulares están obligados a solicitar la CURP para la prestación de sus trámites y servicios”.

Insistió en que MC daría su voto en abstención durante la comisión para revisar el contenido de los votos, pero insistió: “Lo que está en juego son ni más ni menos que las libertades de las y de los mexicanos”.
Con ella coincidió el coordinador de la bancada panista, Ricardo Anaya, quien dijo que, con la aprobación de este dictamen, la cuarta transformación está “lucrando con el dolor de las madres buscadoras (…) y están usando la crisis de seguridad para pasar cuatro reformas, que lejos de resolver esos problemas, vienen a consolidar el gobierno espía”.
Denunció que fue a las 10:26 de la noche de este miércoles fue circulado el dictamen, y reclamó “estamos hablando de un documento con más de 305 artículos, casi 150 páginas y hacen como que lo estudiaron, como que lo leyeron y que van a apoyar a las madres buscadoras y que por eso vienen a pedir nuestro voto”.
Sin embargo, el morenista Pábel Jarero defendió el uso de las herramientas tecnológicas en la búsqueda de desaparecidos y argumentó que en la actualidad los dispositivos móviles ya recopilan información sensible como ubicación, preferencias y hábitos de consumo.
“Nosotros si estamos por sistematizar la información y el que nada debe nada teme. O sea, ¿cuál es el problema si ahora con una aplicación te detectan los gustos, las preferencias, la ubicación, todos los que traemos móviles? Ahí está la información y el Big Data y la inteligencia artificial”, argumentó.
Desde el PRI, el senador Néstor Camarillo, exigió la apertura de un parlamento abierto para escuchar a madres buscadoras y víctimas; y agregó: “Nosotros vamos a seguir levantando la voz en todos los foros en todos los espacios. Hoy hay que decirlo. Tenemos que denunciar porque esta esta iniciativa es peligrosa. Hay que decirlo también, es antidemocrática”.
En materia de desapariciones, se refuerza la obligación de iniciar la investigación sin dilación, registrar de inmediato en la base nacional de carpetas de investigación y notificar a la fiscalía especializada. De no hacerlo, se prevén sanciones.
El artículo 80 establece que “La autoridad que reciba una noticia, reporte o denuncia deberá informar inmediatamente a la Fiscalía Especializada competente, la que iniciará sin dilación alguna la investigación. La omisión de iniciar la investigación correspondiente y/o el reporte de desaparición pertinente, se sancionará de acuerdo con las disposiciones de esta ley”.
Se incorpora también en el artículo 2 de los cambios la Alerta Nacional de Búsqueda, cuyo protocolo será emitido por la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), que también deberá emitir el protocolo para la activación de dicha alerta.
Además, concede el reconocimiento de figuras como la familia social —para casos LGBTIQ+ o personas en situación de calle— y el nombre social de la persona desaparecida, “pues muchas veces son estas redes afectivas, y no la familia biológica, quienes realmente conocen, buscan y se preocupan por la persona desaparecida”.
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LMCT
