Nos comentan que, la aprobación de la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión, en comisiones del Senado, es un ejemplo de que, cuando hay voluntad política, sí se pueden modificar ciertos proyectos. El oficialismo fue sensible a la postura de la Presidenta Claudia Sheinbaum sobre eliminar cualquier disposición que pudiera ser usada para censurar, como el famoso artículo 109. Morena también dio marcha atrás en la intención de dotar de súper poderes a la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, y en lugar de eso se creó un órgano regulador desconcentrado, con autonomía técnica y operativa. Con esto, la 4T desarmó a la oposición, que ayer se vio desarticulada. El PRI votó en contra, pero PAN y MC se abstuvieron, sólo para, nos aseguran, no votar a favor. Es probable que hoy en el pleno haya respingos, pero pocos argumentos. Lo bueno es que al parecer, los tiempos del “no se cambia ni una coma” ya pasaron. Ahí el dato.
