Edwin Vázquez, rescatista de origen mexicano que trabaja en un barrio de Orange, California, señaló que las detenciones de migrantes comprometen la reconstrucción de los barrios de Los Ángeles, devastados por los incendios de enero pasado, cuando 18 mil estructuras y viviendas quedaron destruidas o dañadas.
En entrevista con La Razón, aseguró cuando se presentó la contingencia por los siniestros, “los jornaleros fueron los primeros voluntarios que respondieron para limpiar los escombros y permitir el paso de bomberos y autoridades”.
Apuntó que, a seis meses de los devastadores incendios que afectaron a esta ciudad del estado de California, los esfuerzos de construcción recobraron impulso, lo cual se da “gracias a la colaboración de los migrantes en Estados Unidos”.
- El Dato: La Presidenta destacó que el Gobierno está fortaleciendo la atención a migrantes que son deportados desde Estados Unidos y llegan a estados de Chiapas y Tabasco.
“El cambio climático es directamente responsable: los incendios forestales han aumentado drásticamente en todo el mundo y el riesgo de incendios de rápida propagación en California ha aumentado un 25 por ciento, pero la reconstrucción de la ciudad no habría sido posible sin la mano de obra migrante, pues en los trabajos de albañilería, al menos ocho de cada diez trabajadores son mexicanos”, dijo.
Edwin lamentó que el trato que actualmente se le está dando a los migrantes es “indignante e ingrato”, pues desde tiempo atrás y “amén del tema de los incendios en California, esta comunidad ha construido estas ciudades, de las que ahora quieren echarnos, incluso, en algunos casos, de manera ilegal”.
Betty Osceola, indígena del pueblo mikasuki, una tribu amerindia que reside principalmente en el sur de Florida, reconoció el trabajo de migrantes indocumentados quienes, dijo, se han esforzado por mantener cuidadas las ciudades a las que migran, como es el caso de Los Ángeles, en donde se registraron los devastadores incendios a inicios del año.
Consideró que “la devastación en Los Ángeles es un duro recordatorio del cambio climático bajo el capitalismo”, y lamentó que, a medida que aumentan los fenómenos meteorológicos devastadores, los políticos demócratas y republicanos aumenten los presupuestos policiales para atacar a los indocumentados.
Añadió que sólo una economía socialista estructurada “puede frenar el cambio climático y ayudar a mitigar la devastación provocada por los fenómenos meteorológicos extremos”.
Pero al mismo tiempo, dijo, es un tema que pasa por la unión y por respetar a quienes han construido y cuidado estas grandes ciudades, que también “es una forma de es una forma de cuidar nuestra propia naturaleza”.
La activista mencionó que, ahora que Trump, “un negacionista del cambio climático y un entusiasta de los combustibles fósiles”, vuelve a la Casa Blanca, esta lucha es más urgente que nunca, y vaticinó que lo que se vive ahora en Los Ángeles “es un anticipo de lo que probablemente enfrentaremos en los próximos años, una crisis ambiental, de mano de obra y de derechos humanos”.
Para Raúl Flores, abogado migrante en Atlanta, el caso de Los Ángeles, es sólo “la cereza en el pastel”, de una serie de atropellos e incongruencias, pues señaló que es bien sabido que una parte importante de la mano de obra de la construcción en la región está compuesta por migrantes.
Para muestra, recordó que, según un informe de 2020 del American Immigration Council, 43 por ciento de los trabajadores de la construcción en California son migrantes, y la mayoría de ellos son de origen mexicano, reflejo de una larga tradición de mano de obra proveniente de este país ha contribuido al desarrollo de la ciudad.
“Los migrantes son el motor de la construcción en Los Ángeles, recordemos que la mano de obra inmigrante ha sido fundamental en la recuperación de otras ciudades estadounidenses devastadas por desastres naturales.
“Por ejemplo, tras el paso del huracán Harvey por Houston en 2017, más de la mitad de los trabajadores de la reconstrucción eran inmigrantes”, señaló, y advirtió que de echar del país a los migrantes, en los próximos cinco años se estará viviendo una crisis de mano de obra y hasta de identidad.
Los migrantes no son delincuentes, dice CSP
Por: Claudia Arellano
Luego de que el Congreso de Estados Unidos avaló el presupuesto de 170 mil millones de dólares solicitados por Donald Trump para temas migratorios y fronterizos, la Presidenta Claudia Sheinbaum dijo que no está de acuerdo “con las acciones que se cometen en contra de los migrantes”.
“Los migrantes no son delincuentes; muchos de ellos son gente de bien, trabajadores, que aportan mucho a la economía de Estados Unidos”, dijo.
Agregó: “No estamos de acuerdo con los actos discriminatorios ni persecutorios, como si fueran criminales; este trato le va a hacer mucho daño a su economía, no es bueno desde ningún punto, ni humanista, ni económico”.
Dijo que la migración debe atenderse en el fondo con cooperación para el desarrollo, aunque argumentó que en las dos fronteras de México ya hay menor paso de personas migrantes.
Aseguró que la mayoría de migrantes de distintos países de América Latina y el Caribe, pero en especial los mexicanos, tienen muchos años trabajando allá “y son gente de bien, trabajadores que aportan mucho a la economía de México enviando remesas, pero aportan más a la economía de Estados Unidos”.
Respecto a la llamada entre el canciller mexicano y Marco Rubio, secretario de Estado de EU dijo que se discutieron temas migratorios, comercio, en sí, el seguimiento de varios temas.
Asimismo, y luego de la inauguración de la “Alligator Alcatraz” , señaló que el Gobierno de México enviará notas diplomáticas para pedir que, en caso de que un connacional sea detenido por su situación migratoria, no sea llevado ahí sea devuelto a nuestro país.
Trump firma su “BBB”, que incluye impuesto a remesas
› Redacción
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer su “Big Beautiful Bill” (gran y hermoso proyecto de ley) de presupuesto, el cual implica un impuesto de 1 por ciento a todas las transferencias de dinero que se realicen de Estados Unidos al extranjero.
“Este proyecto de ley impulsará un crecimiento económico masivo y ayudará a los ciudadanos trabajadores que hacen funcionar este país... Nuestro país va a ser un cohete, económicamente hablando”, dijo.
Acompañado por decenas de legisladores republicanos que se alinearon para apoyar su promulgación, el mandatario republicano señaló que “es un buen momento… Entramos en la era dorada de Estados Unidos”.
“Nunca he visto a la gente tan feliz en nuestro país gracias a esto, porque se está atendiendo a muchos grupos diferentes de personas: militares, civiles de todo tipo”, añadió Trump durante la ceremonia.
Aseguró que se trata de “la ley más popular” del país, reivindicando, entre otras cosas, el recorte masivo en impuestos y en gasto público; así, se dedicarán más fondos para “modernizar” las Fuerzas Armadas o mejorar la seguridad fronteriza. “Queremos unas fronteras fuertes”, recalcó el mandatario republicano.
Además, agradeció al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y al líder de la mayoría del Senado, John Thune, por hacer que el proyecto pasara las dos cámaras del Congreso.
Aviones de combate y un bombardero furtivo surcaron el cielo durante el picnic anual del 4 de julio en la Casa Blanca, mientras Trump y la primera dama, Melania Trump, salían al balcón.
Cabe señalar que la legislación extiende los recortes fiscales multimillonarios del presidente estadounidense de 2017, y recorta Medicaid y los cupones de alimentos en 1.2 billones de dólares.
De igual forma, prevé un aumento masivo en la aplicación de las leyes migratorias. El sistema independiente de control del Congreso proyecta que casi 12 millones más de personas perderán su seguro médico con esta ley.
La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que el paquete agregará 3.3 billones de dólares al déficit durante la década y 11.8 millones de personas más se quedarán sin cobertura médica.
Más impuestos. Previo a su gran festejo, el mandatario estadounidense anunció que su Gobierno enviará cartas a los países con los que no ha llegado a un acuerdo comercial para notificarles sobre los aranceles que busca imponer.
Trump hizo las declaraciones a los medios que le acompañaban al llegar durante la madrugada la base aérea Andrews desde Iowa, y detalló sus planes, que ya adelantó el mes pasado, de enviar cartas a decenas de países en lugar de entablar negociaciones.
El presidente enviará misivas con sus tasas arancelarias deseadas a una decena de países por día y espera que “estén completamente cubiertos” antes del 9 julio, cuando expira la tregua de 90 días tras la que impondría sus mal llamados “aranceles recíprocos”.
Por otra parte, afirmó que su administración empezará a recolectar esas tasas a partir del próximo viernes 1 de agosto.
“Su valor variará entre, quizás, unos aranceles del 60 o 70 por ciento, a unos aranceles del 10 al 20 por ciento”, abundó Trump, sobre las tasas que propondrá en esas cartas y que serían superiores, en algunos casos, a las que anunció el pasado 2 de abril, “Día de la Liberación”.