Así que está creciendo el número de voces y gremios que protestan contra la falta de regulación de la Inteligencia Artificial. Hace apenas unos años había preocupación por la posibilidad de que este tipo de avances y las expresiones se concentraban en advertir lo que pasaría “en el futuro”. Lo anterior viene a cuento, porque ayer en el Monumento a la Revolución se dieron cita actores de doblaje, artistas, músicos y cineastas quienes ya no advierten riesgos sobre “lo que viene”, sino una realidad que ya está empezando a desplazarlos de espacios en los que se han desempeñado, en algunos casos, toda su vida profesional. Y llama la atención que den cuenta del atraso que llevan los diputados y senadores en la regulación de la IA, pues enumeraron al menos media docena de iniciativas que se encuentran durmiendo el sueño de los justos. Ojo, nos comentan, la IA no sólo sirve para improvisar discursos o para resumir iniciativas, como se ha evidenciado que la ocupan algunos legisladores. A profesionales de diversas ramas esa realidad ya los alcanzó y no de la mejor manera.