Tras la segunda y nuevamente amplia entrega de líderes del narcotráfico a Estados Unidos, se advierte que el hecho representará una concesión de parte del Gobierno de México, que alimentará un “chantaje infinito” por parte de Donald Trump, lo cual además no representará para nuestro país un golpe definitivo contra los cárteles, que podrían terminar por sólo fragmentarse en más células delincuenciales que seguirán operando.
Así lo consideró David Saucedo, analista en seguridad, al mencionar que esta entrega de criminales se hace sin que haya un acuerdo formal de por medio, por lo cual se intuye que responde más a una respuesta del Gobierno de Claudia Sheinbaum a las amenazas arancelarias estadounidenses.
Tratado de extradición “a contentillo”
“En teoría, no se puede (expulsar a mexicanos así). Ambos países se pusieron de acuerdo para violar el tratado de extradición que se firmó entre ambos países, que, en efecto, nunca fue ratificado por el Senado de los Estados Unidos. Teníamos una especie de limbo, de vacío legal, pero para todos los efectos prácticos este tratado de extradición se había aplicado en ocasiones previas. Por ejemplo, en la extradición más famosa, que habría sido la de El Chapo Guzmán. Pero ambos países han hecho uso del tratado de extradición a contentillo, en ocasiones respetándolo y en ocasiones violándolo. No es la primera vez”, declaró en entrevista para el programa Al Mediodía con Solórzano, que se transmite a través del canal de YouTube de La Razón.
Prevén más entregas de narcotraficantes a EU
Bajo esta dinámica entre México y Estados Unidos, David Saucedo prevé que esta no será la última entrega de narcotraficantes, sino que pronto se podría ver una tercera.
“Ganamos 90 días de gracia, pero intuyo que este no es el final. Todavía, de la lista inicial de 100 personajes, apenas vamos a la mitad. Habrá una tercera entrega y, seguramente, la sed de Donald Trump es insaciable en este tema y como México nunca le ha puesto un límite, un indicador crítico de éxito, pues esto es un chantaje al infinito”, opinó.
Saucedo apuntó que el traslado de estos 26 capos también representa un beneficio para la seguridad, aunque vaticinó que la situación podría derivar en una fragmentación de organizaciones criminales, que ocasionará la conformación de nuevas células que seguirán operando en el territorio mexicano, cómo ocurrió en la administración del expresidente Felipe Calderón.
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cehr