Un arduo trabajo de operación política al interior de Morena logró destrabar la renovación de la Presidencia de la Mesa Directiva de San Lázaro, cuya presidencia recayó en la panista Kenia López Rabadán. De esta forma, dos mujeres encabezan las respectivas cámaras del Congreso de la Unión. Y, más allá de la condición de género, hay que ver a quiénes suplen. En el Senado, Laura Itzel Castillo recibe el cargo de un Gerardo Fernández Noroña que se caracterizó por su comportamiento nada institucional, su intolerancia y su soberbia, que lo llevó a obligar a un ciudadano a ofrecerle disculpas. Y en Diputados, Kenia sustituye a Sergio Gutiérrez Luna, cuyo trabajo quedó eclipsado por el sainete relacionado con Dato Protegido y por el escándalo derivado de los lujos que ostentaron él y su esposa, Diana Karina Barreras. Sí es tiempo de mujeres, pero también, nos dicen, de una conducción más civilizada de los trabajos en el Poder Legislativo. Veremos.

